La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) ha advertido este miércoles 20 de que los aranceles de hasta el 25% impuestos en octubre de 2019 por el Gobierno de Donald Trump «expulsan las mandarinas y naranjas españolas del mercado estadounidense» y causan «una pérdida definitiva» para este sector.

Ese lastre empaña según AVA-ASAJA «los buenos resultados que cosechan las exportaciones agroalimentarias de la Comunitat Valenciana en plena crisis de la covid-19«.

La entidad agraria ha visto confirmarse «los peores augurios y constata, a partir de datos de la interprofesional Ailimpo, que los aranceles de hasta el 25% impuestos el pasado octubre por la Administración Trump sobre los cítricos y otras producciones agrarias nacionales han reducido a cero los envíos de naranjas y mandarinas españolas durante la presente temporada 2019/20 con destino a Estados Unidos».

En cuanto a las exportaciones de limones, apenas alcanzan las 922 toneladas, según AVA-Asaja, para quien esa medida arancelaria tomada por Washington, «en respuesta a un conflicto relacionado con las ayudas destinadas al sector aeronáutico Boeing-Airbus, ha supuesto la ‘puntilla’ a la campaña histórica de clementinas remitidas desde el puerto de Castellón».

la UE «beneficia a los sectores económicos del centro-norte del continente mientras deja vendida a la agricultura mediterránea con acuerdos comerciales o barreras arancelarias»

Esta registró su récord de exportaciones en la campaña 2006/07 con cerca de 80.000 toneladas pero, con el paso de los años, venía experimentando una tendencia a la baja «debido a las presiones y falsas acusaciones por parte del lobby citrícola de Estados Unidos».

Desde AVA-ASAJA añaden que en esta última campaña (con datos hasta el 18 de abril), destinos como Omán (1.105 toneladas) y Panamá (1.003 tn) ya superan a Estados Unidos en volumen de exportaciones citrícolas españolas, mientras que Canadá compra cincuenta veces más cítricos (47.790 toneladas) que Estados Unidos.

Para el presidente de la asociación, Cristóbal Aguado, «nuestro sector agrario se ha vuelto a ver grave e injustamente perjudicado por causas que no tienen nada que ver con el campo. La pérdida del mercado norteamericano se suma al veto del mercado ruso provocado también por un problema político ajeno al sector agrario, y a la propia UE, como es el conflicto de Ucrania y Rusia».

A su juicio «es evidente que la agricultura valenciana y española irían mucho mejor si dispusieran de estos dos mercados de primera importancia mundial y es un despropósito tenerlos cerrados por el ‘mercadeo’ irresponsable que llevan a cabo las autoridades comunitarias».

Por ello, acusa a la UE de «beneficiar descaradamente a los sectores económicos del centro-norte del continente mientras no duda en dejar vendida a la agricultura mediterránea mediante acuerdos comerciales con países terceros o barreras arancelarias».

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