Por este motivo, ASAJA de Castilla y León pide en un comunicado al ministerio de Agricultura que “legisle a favor de los agricultores y no de los propietarios de tierras” y le recuerda que, en una comunidad autónoma como ésta, donde más del 60 por ciento de las fincas de cultivo son en arrendamiento, "es importante disponer de una Ley que dé seguridad al agricultor durante un periodo de tiempo suficiente para planificar sus siembras e inversiones".
En este sentido, quieren recordar que la propia normativa que regular los planes de incorporación y de mejora de las explotaciones, así como contratos acogidos a programas agroambientales, fija en cinco años el periodo mínimo durante el cual el agricultor o ganadero han de mantener sus compromisos.
Igualmente, ASAJA le exige al ministro Arias Cañete que no lleve al Parlamento una modificación de la Ley de Arrendamientos Rústicos “sin antes exponer las razones al propio sector y escuchar sus apreciaciones al respecto, y que no cambie algo que está funcionando y que por tanto no es una demanda que esté encima de la mesa”.