EFE.- Según ha informado el Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Natural, los dos denunciados buscaban trufas con la ayuda de perros adiestrados expresamente a tal fin y en el momento de interceptarlos uno de ellos llevaba 2 trufas y el otro llevaba 49.

Una de las dos personas no disponía de la licencia de trufero que expide la Generalitat de Cataluña y ninguno disponía del permiso de la propiedad de los terrenos.

Los Agentes Rurales han levantado denuncia administrativa contra las dos personas por infracción de la Ley 6/1988 forestal de Cataluña, y les han decomisado un total de 2,3 kilogramos de trufa de verano (nombre científico Tuber aestivum), así como dos cuchillos especiales para desenterrar trufas).

Las trufas decomisadas han sido entregadas a una entidad benéfica de Balaguer, para que su valor comercial pueda ser aprovechado con finalidades sociales.

El precio que se paga al recolector por un kilo de trufa de verano es de entre 35 y 80 euros aproximadamente.

En Europa hay cerca de 30 especies de trufas, de las cuales en Cataluña se encuentran y comercializan la trufa blanca o de verano (Tuber aestivum), la trufa grabada (Tuber uncinatum), la trufa de invierno o magenca (Tuber brumale) y la trufa negra (Tuber melanosporum), siendo esta última la más apreciada.

Para la recogida y el comercio de la trufa fresca es indispensable estar en posesión de la preceptiva licencia y pedir autorización al titular del terreno.

Asimismo, se tiene que hacer la búsqueda con perros debidamente adiestrados y la extracción con la ayuda del cuchillos especiales.

Los principales productores de trufa negra a nivel mundial son Francia, España e Italia. En Cataluña, actualmente se tramitan aproximadamente unas 450 licencias al año.

La producción anual estimada del año 2010 en Cataluña fue de 4.678 kilos y, según un estudio de la Fundación del Mundo Rural (FMR), el valor económico del sector de la trufa en Cataluña se puede aproximar a 1.365.706 euros al año.

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