Los bajos precios que se ofertan al agricultor son claramente insuficientes para cubrir los elevados gastos que conlleva producir este producto. Al precio de la semilla, hay que añadirle el coste de dos campañas de fertilizantes, la aplicación de fitosanitarios, el coste energético del riego y la amortización de esas infraestructuras, gasóleo, el de la recolección, cargar las patatas en los camiones… en total más de 4.000 euros por hectárea, que superan ampliamente lo que están percibiendo los agricultores en este momento.
El arranque se retrasa un mes y afectará a la próxima campaña
Los malos precios de la patata también están provocando un retraso, de más de un mes, en el arranque de la patata en Salamanca. Una consecuencia que no sólo se pagará en esta campaña, sino que también afectará a la venidera.
La sectorial de la patata de ASAJA Salamanca ha acordado solicitar a la Junta de Castilla y León una reunión de todo el sector de la patata en la Comunidad, al considerar que tanto agricultores como operadores tienen en estos momentos intereses comunes.
Desde ASAJA Salamanca se insiste en la necesidad de poner en marcha inmediata de una campaña de promoción de consumo de patata de Castilla y León. Al mismo tiempo, se demanda una negociación con las grandes superficies para que potencien la oferta de patata española y se retrase hasta fin de año la importación de la patata francesa.
Por otra parte, y al ser un sector con claras pérdidas económicas, se pide al Ministerio de Hacienda una contundente rebaja del tipo de interés impositivo para no agravar más la situación económica de estos profesionales.