Marín ha defendido que la situación del campo lorquino -con 11.000 hectáreas de regadío tradicional y 12.000 de consolidado- es "muy complicada" por la falta de recursos, aunque "quien parece que lo ve menos complicado es el Estado".
El presidente de los regantes ha explicado que solo en la comarca del Valle del Guadalentín, la más afectada por la sequía, el sector primario sostiene 200.000 puestos de trabajo directos y 400.000 inducidos que están en riesgo por la falta de agua.