Este producto está pensado, tanto para la depuración de aguas residuales industriales como las de uso urbano. En este sentido, la fitodepuradora se puede instalar en urbanizaciones y núcleos de población pequeños donde una depuradora química resulta demasiado costosa, sobre todo de mantener. Según Alejandra Pintos, “la fitodepuradora se puede instalar a un precio asumible incluso por un colectivo de vecinos que quiera solucionar sus problemas de aguas residuales”.
Según Grupo Projar, este sistema de fitodepuración puede sustituir a una depuradora convencional o complementar el servicio. Uno de los motivos principales para la elección de un sistema de fitodepuración como única forma de tratamiento de aguas es el bajo coste de mantenimiento que presenta frente a las depuradoras tradicionales, ya que éstas necesitan personal especializado para el mantenimiento y suelen tener un coste energético más elevado, además
de un mayor impacto ambiental.
Los sistemas de fitodepuración tienen bajos o incluso nulos costes energéticos y no necesitan personal específico extra, pues las únicas tareas de mantenimiento son la supervisión periódica y la poda de las plantas.
La fitodepuradora está indicada en casos en los que no se dispone de recursos para el mantenimiento de una depuradora tradicional o cuando se debe instalar en una zona aislada. También se aconseja cuando se desea implantar un sistema especialmente respetuoso con el medio ambiente y para completar la depuración de una depuradora tradicional.