El resultado es que, gracias a esta mejora en el proceso de fotosíntesis, se consigue incrementar la productividad en cosecha de un 10 a un 40%.
Según la compañía, este fertilizante consigue aumentar la resistencia al estrés hídrico y las heladas, y desde el punto de vista medioambiental no deja residuos sobre el cultivo. Han apuntado que el objetivo de CLC Bio Innovation es conseguir cubrir la mayor superficie posible, tanto de cultivos intensivos como extensivos.
De hecho, este nuevo fertilizante ya ha sido utilizado en campos de arroz en Tarragona; arroz y pomelo en Valencia; habas en Huesca; melón y cítricos en Murcia y pepino en Málaga. También para cosechas de patata en Galicia; fresa en Cantabria o soja y lechuga en Burgos, entre otros.
Entre sus líneas de estudio, la empresa está investigando en aditivos para ganado, así como nuevos productos para contrarrestar o soslayar otros problemas que afectan a los cultivos