La clínica veterinaria descubierta se encontraba sin ningún tipo de autorización o licencia para la práctica de la actividad, por lo que incumplía la normativa vigente para este tipo de establecimientos al realizar actividades veterinarias de forma clandestina. Además, los agentes comprobaron la existencia de numerosos medicamentos veterinarios y material quirúrgico.
La búsqueda de actividades ilegales o clandestinas en materia veterinaria concluyó el día 25 de noviembre con la localización del segundo establecimiento dedicado supuestamente a la venta de productos utilizados en la práctica veterinaria, tales como medicamentos, jeringuillas, vacunas o sueros-
Todos ellos era suministrados a los clientes sin la preceptiva receta veterinaria y sin ningún otro tipo de control ni autorización en su expedición.
Con esta operación la Guardia Civil ha logrado desarticular dos establecimientos que al no tener una trazabilidad, control y autorización en los productos veterinarios que suministraban representaban un riesgo tanto para los animales como para las personas por el peligro para la salud pública que supone que la carne procedente del sacrificio de esos animales pudiera entrar en la cadena alimenticia.
Los responsables de estos establecimientos podrían enfrentarse a diferentes infracciones administrativas al contravenir la legislación en materia de sanidad animal, prevención ambiental, de residuos, de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios así como en la Ley General de Seguridad Social.