EFE.- Lobón visitó ayer algunas de las zonas dañadas por las inundaciones del río Ebro, para comprobar in situ el alcance de los daños y las inundaciones.

Además, en el Ayuntamiento de Quinto de Ebro se reunió con los alcaldes de los municipios de la ribera baja del Ebro afectados por la riada.

En esta zona desde hace mes y medio permanecen anegadas unas 700 hectáreas de las 2.300 que se vieron afectadas por las dos últimas avenidas consecutivas del Ebro, que aunque fueron de carácter ordinario presentaban una altura como si fueran crecidas extraordinarias y que municipios y agricultores achacan a la suciedad que arrastra el cauce.

En declaraciones a los medios facilitadas a Efe por el Gobierno de Aragón, el consejero subrayó que urge mucho la reparación de las motas y caminos porque esta crecida "puede no ser ocasional y repetirse".

"Vamos contrarreloj" reconoció Lobón, quien ha mostrado su disposición a afrontar la reparación de las motas dañadas y la limpieza del río con la mayor rapidez.

En la reunión con los alcaldes, Modesto Lobón analizó el alcance de las inundaciones y las actuaciones de reparación más urgentes que hay que acometer.

Por un lado se van a analizar los daños en infraestructuras, acequias, motas y caminos, que tienen un tipo de tratamiento, y luego los cultivos.

En el primer caso y en coordinación con las Comunidades de Navarra y la Rioja se van a poner en común los proyectos con el fin de aunar la recuperación de las defensas.

En el caso de la agricultura, se va a pedir al Gobierno central un decreto especial para compensar aquellos cultivos asegurados y asegurables cuyos destrozos han superado la cobertura del seguro.

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