Un ganadero de Lumbrales ha denunciado la muerte de un ternero limusin de pura raza recién nacido como consecuencia de un nuevo ataque del lobo producido en la noche del domingo al lunes 25. El ganadero, que ha cursado la correspondiente denuncia ante la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, sólo encontró al amanecer unos pocos huesos del becerro, como evidencian en las fotografías aportadas por él.
Este nuevo ataque confirma que el lobo continúa matando a placer en la zona de las Arribes y que lo único que ha cambiado en los últimos meses «es el hartazgo de los ganaderos que ya se han aburrido de denunciar públicamente sus pérdidas, hartos de la pasividad de la Administración, que continúa sin hacer efectiva la autorización que tiene para abatir a dos ejemplares de lobo en la zona», según critica ASAJA Salamanca.
ven reticencias de los agentes de medio ambiente a certificar las muertes ante el nuevo sistema de indemnización
En las últimas semanas se han producido ataques en Lumbrales, Olmedo, Bañorabez… que han sido denunciados por los ganaderos ante Medio Ambiente, confirmando que la ganadería extensiva es incompatible con la presencia del lobo en la zona de Arribes.
Por otra parte, los ganaderos han detectado desde hace unos meses, con la entrada en funcionamiento del nuevo sistema de indemnización, la reticencia de algunos agentes Medio Ambientales a certificar la muerte por lobo de ciertos ataques.
Desde ASAJA Salamanca se reclama a la Junta de Castilla y León que utilice todos los medios disponibles para acabar «con esta lacra que sufren los ganaderos de Arribes y que indemnice a la mayor brevedad posible a los ganaderos que sufrieron los ataques de lobo antes de poner en funcionamiento el nuevo sistema del seguro a principios de verano».