El Parlament catalán ha aprobado este miércoles 28 una iniciativa legislativa popular (ILP) pionera en Europa que regula el consumo, suministro, cultivo y transporte de cannabis y que cubrirá el vacío legal en el que operan los clubes de cannabis que hasta ahora se encontraban en la alegalidad. Todos los partidos, salvo el PP, han respaldado esta iniciativa logrando que lo que tanto ha roto la independencia catalana lo haya unido ahora (políticamente hablando) la marihuana.
A partir de la entrada en vigor de la norma, estos clubes estarán facultados para cultivar marihuana, siempre con un límite de 150 kilogramos de marihuana seca al año y siempre que dispongan de un informe pericial que asegure la calidad sanitaria e higiénica de la sustancia. Serán además las mismas asociaciones las encargadas de transportarla hasta los puntos de distribución, acreditando una serie de condiciones de seguridad, y suministrarla entre sus asociados, especialmente para evitar problemas con la Policía en caso de algún control.
Habrá un límite de 60 gramos al mes de consumo recreativo y medidas para evitar el turismo cannábico
La ley establece, para el consumo recreativo, el límite de 60 gramos al mes por cada consumidor, 20 si se tienen entre 18 y 20 años. Además, se exige que antes de la primera compra el asociado lleve inscrito en la asociación al menos 15 días, para evitar el turismo cannábico. También establece unos requisitos para hacerse socio, entre ellos el aval de un miembro antiguo. Estas limitaciones se eliminan en el caso del consumo terapéutico de la droga, para la que solo se necesitará acreditar la recomendación médica.