ASAJA de Castilla y León ha hecho un llamamiento a los agricultores y ganaderos de la región, que se hayan visto afectados por la sequía, para que participen este jueves día 15 en la manifestación convocada en Valladolid por todas las organizaciones sector.
Los convocantes reclaman ayudas directas en función de la superficie de cultivo o cabezas de ganado, préstamos de los que la administración se haga cargo de los intereses, reducciones fiscales en el IRPF de 2023, mejoras en el seguro agrario y pecuario, y medidas que flexibilicen la aplicación de la PAC.
El acto de protesta, al que se hace un llamamiento a los agricultores y ganaderos, comenzará las 11:30 frente a la Delegación del Gobierno y finalizará frente a la sede de la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León. Hasta la fecha, «el Gobierno ha respondido tímidamente a este problema, y la Junta de Castilla y León no se ha dado por aludida», aseguran.
LAS LLUVIAS HAN SIDO MUY ABUNDANTES, PERO LLEGARON MUY TARDE
Los daños ocasionados en el campo de la provincia de León se produjeron por la escasez o prácticamente inexistencia de lluvias desde la segunda semana de marzo hasta finales de mayo, un periodo crítico para muchos cultivos. La lluvia caída en junio ha sido suficiente para esta época del año, en la mayoría de las zonas excesiva, y aunque han sido muy positiva, no ha evitado pérdidas millonarias en el campo de la provincia.
Por tardías, esas lluvias no han solucionado el problema de los cereales de invierno, de los que se espera una cosecha reducida a un tercio de la que sería normal. La cosecha de colza tiene rendimientos inferiores al 50%. Las vezas grano y proteaginosas como los guisantes quedarán en su mayor parte sin recolectar al no tener porte suficiente para poderlos recoger las cosechadoras.
La campaña de forraje de veza y avena con cereal, ya finalizada, se ha reducido a un tercio de lo normal, con rendimientos de 1,3 toneladas por hectárea. Una parte importante del girasol se ha dejado de sembrar por falta de tempero, y en el sembrado hay pérdidas por mala nascencia y retraso en el ciclo al haberse sembrado tarde.
En la parte positiva, la lluvias han ahorrado agua de riego y consecuencia de ello han evitando que siguiera empeorando la situación de los embalses leoneses. También han ayudado a la nascencia de cultivos en zonas de regadío no modernizado. Han mejorado mucho los pastos tanto en las zonas de montaña como en el resto, y gracias a ellas ha habido también una recuperación sustancial en la hierba de los prados de siega, aunque la cosecha se va a quedar en un 50% de una producción normal.
En la agricultura de secano, estas lluvias del mes de junio han favorecido sobre todo al cultivo del girasol por ser un cultivo de primavera y verano, al cultivo de garbanzos (minoritario) y al cultivo de la alfalfa, permitiendo en este caso un segundo corte que puede llegar a ser abundante y de calidad. También ha sido muy favorable para cultivos leñosos como la viña, aunque las lluvias prolongadas en el tiempo ocasionen enfermedades que obligan a realizar tratamientos fitosanitarios. El agua ha provocado daños muy importantes en las cerezas que se encontraban en pleno auge de recolección.
En la agricultura de regadío, es importante la evolución de los cultivos en los próximos meses y la disponibilidad de agua embalsada para riego. «Aunque es pronto para hablar de pérdidas, el arranque de campaña no ha sido bueno debido al retraso en las siembras, a que algunas fincas van a quedar sin sembrar, a daños por aguas torrenciales y pedrisco, y a malas nascencias. La climatología del mes de septiembre, y la disponibilidad o no de agua en las primeras semanas de ese mes, será algo decisivo para conseguir buenas producciones», afirman.