Ariel Jerez / Consejo Ciudadano Estatal. Podemos y Fernando Fernández / Experto en Políticas Agrarias y Desarrollo Rural
En el contexto de la preparación y desarrollo de la Conferencia de Presidentes y Presidentas Autonómicos celebrada el 17 de enero de este mismo año, se logró introducir el debate demográfico de la mano de varias Comunidades Autónomas que sufren fuertes desequilibrios que afectan y condicionan su proyecto de futuro. Nos preocupa que el enfoque del problema se sitúe en términos estrictamente demográficos y que se desvincule del contexto social y económico que vivimos y de realidad territorial en la que se reproducen estos desequilibrios. El marco del debate era la financiación autonómica, y es que evidentemente, situándonos desde las claves del mundo rural, preocupa cómo mantener servicios públicos de calidad y cercanos a la ciudadanía, en Comunidades Autónomas con la mayoría de sus comarcas rurales con densidades de población por debajo de los 10 hb/Km, tasas de envejecimiento superiores al 30%, tasas de juventud por debajo del 15% y un nivel de actividad económica que no logra generar nuevos empleos estables y de calidad. La situación de estas comarcas se ha convertido en crónica y estructural a la realidad territorial española en cuanto que sus problemas vienen del modelo desarrollista impulsado en la década de los 50 – 60 por el franquismo y que no se ha revertido por falta de políticas estratégicas.
Sin embargo, nos quedaríamos cortos y sería una torpeza y rasgo de miopía política, si nos centráramos en abordar tan solo la situación de las 105 comarcas con graves situaciones de despoblamiento, y nos olvidáramos de las otras 114 comarcas que apuntan elementos de declive que tienen que ver con la evolución de los mismos indicadores antes señalados. Entre estas comarcas encontramos aquellas que han sufrido en las últimas dos décadas reconversiones sectoriales importantes; como es el caso de las comarcas mineras, pero también el caso de las comarcas cuyas economías se apoyaban en sectores como la leche, o la remolacha, o comarcas que vieron desaparecen polos de industrialización difusa y que hoy han quedado sin alternativa. En estas comarcas encontramos una población juvenil que no tiene forma de trabajar y quedarse en ellas, y con una población adulta y prejubilada que no tiene fuerzas ya para empujar nuevas alternativas.
El Acuerdo de la Conferencia de Presidentes Autonómicos va tomando forma, y el 28 de enero se publicó el RD 40/2017 por el que se crea el Comisionado del Gobierno para hacer frente al reto demográfico, con rango de Subsecretario de Estado y dependiente de Presidencia y del Ministerio de las Administraciones Públicas. Su función será elaborar y consensuar una Estrategia Nacional frente al reto demográfico.
El Decreto hace mención en varios momentos a la realidad rural, y por ello nos parece imprescindible recordar que de acuerdo a la realidad existente, Las estrategias de actuación en cada caso son diferentes; una cosa es Luchar contra el despoblamiento y por lo tanto impulsar planes que lo que pretenden es frenar la salida de la gente de las zonas en declive, y otra cosa es la necesidad de planes de revitalización demográfica que lo que tratan es de atraer población en comarcas en situación demográfica muy crítica. En estas comarcas, la masa social que ha quedado es insuficiente para garantizar su dinamismo social y económico.
Vaya por delante que desde nuestro Grupo Confederal Unidos Podemos – En Comú Podem – En Marea nos parece urgente abordar definitivamente este tema y nos situaremos ahí para trabajar de forma decidida. Algunas de nosotros hemos tenido la ocasión de participar en otros procesos de consulta y debate abiertos sobre el tema del despoblamiento. Ayer sin ir más lejos, el Foro de Acción Rural nos recordaba el documento aprobado por el Senado en el año 2012 sobre el tema que recoge cuestiones esenciales. Pero ha habido otras comisiones impulsadas por Comunidades Autónomas, como desde Diputaciones. Todos estos esfuerzos han quedado en papel mojado. Por lo tanto, partimos de experiencias decepcionantes por lo infructuosos que han sido los esfuerzos realizados en relación a las esperanzas puestas y su concreción posterior. Partimos de cierto escepticismo, porque en los procesos anteriores, participaron personas de un altísimo nivel de conocimiento y experiencia en estos asuntos a los que no se les tomó en cuenta. Partimos también de cierto desengaño porque hemos comprobado cómo año tras año, los compromisos presupuestarios no se corresponden con los discursos y los informes. Pero además, conocemos de primera mano proyectos directamente dirigidos a luchar contra el despoblamiento rural y la revitalización demográfica, como es el caso del Proyecto Abraza la Tierra, que nació como proyecto de cooperación interterritorial financiado desde LEADER, y que hoy es Fundación Abraza la Tierra. Proyecto con metodología contrastada y con experiencias reales en 19 comarcas rurales que fue abandonado a su suerte por el Ministerio de Agricultura del mismo partido que hoy gobierna, y por gobiernos autonómicos también del mismo signo político en su momento. También tenemos la Red Terrae formada por municipios de todo signo político, cuyo objetivo es la revitalización del medio rural, y que nunca ha contado con apoyo para impulsar y extender su planteamiento a otros territorios.
Con esta nueva oportunidad que parece más sólida por el compromiso de quien surge, queremos plantear de nuevo un reclamo que forma parte de nuestro programa electoral y en el que venimos trabajando tanto a nivel estatal en el Congreso de los Diputados y el Senado, como en los Parlamentos Autonómicos. Se trata de la necesidad de aplicar la Ley 45/07 de 13 de Diciembre de Desarrollo Sostenible del Medio Rural. No es posible definir una estrategia de lucha contra la despoblación o de revitalización demográfica del medio rural, que no esté enmarcada en una estrategia de desarrollo social y económico sostenible del entorno rural. Esta ley que defendemos y que hay que recordar permanece en vigor, es el marco adecuado tanto por los objetivos, como por la metodología, como por los instrumentos que prevé desarrollar. Si el Comisionado para el reto demográfico pretende descontextualizar la estrategia hemos empezado muy mal. Tomemos esta Ley. Comencemos a aplicarla y reactivarla y ubiquemos la estrategia demográfica de manera adecuada.
La ley fue aprobada en la legislatura de Zapatero en el año 2007 y goza de un amplio consenso social en el medio rural. No conozco ninguna organización de desarrollo rural, agraria, de mujeres rurales, de jóvenes, o ecologista… que no reivindique su aplicación, y frente a toda esta fuerza social y frente al esfuerzo titánico que supuso la elaboración de más de 100 planes de zona, el gobierno del Partido Popular la enterró en un cajón en el año 2012. La Ley 45/07 de Desarrollo Sostenible del Medio Rural pretende incidir en esas 219 zonas rurales y en las 105 prioritarias que nombramos al inicio del artículo, pero hay que entender y tener en cuenta que se trata de una Ley de Coordinación y de Planificación. Esto significa que el objeto de la ley centrado en corregir los desequilibrios territoriales en el medio rural y los objetivos y ejes de actuación que la ley marca deben ser desarrollados en el contexto político – competencial que exista a nivel de estado. Es decir, no se trata de suplir ni de invadir competencias, se trata de definir estrategias de desarrollo construidas desde cada uno de los territorios concretos, desvelando necesidades y prioridades para revertir las carencias, y con la participación de todos los actores implicados, asumiendo compromisos financieros desde cada uno de los ámbitos. Se trata en definitiva de tener una Política de Estado de Desarrollo Rural propia, que no se reduzca simplemente a la aplicación del Programa Marco de Desarrollo Rural que nos financia la PAC, sino que estos recursos estén al servicio de la estrategia definida desde los territorios. Se trata de hacer política rural no únicamente gestión de fondos externos.
Nuestro empeño es activarla y aplicarla, y estamos convencidos de que lo lograremos, precisamente porque la sociedad rural, las organizaciones y los movimientos que trabajan en el medio rural así lo quieren. El martes día 14 comenzamos el camino. Logramos que la Comisión de Agricultura del Congreso aprobara la iniciativa con 23 votos a favor de todas las fuerzas políticas salvo las 14 abstenciones del PP. No podemos quedarnos ahí. Vamos a seguir reivindicando su aplicación porque estamos convencidos de su carácter estratégico en la construcción del país que queremos en el cual, el mundo rural deberá jugar un papel esencial.