Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, ante la publicación en el DOUE del Reglamento (ue) 2024/1991 del Parlamento Europeo y del Consejo de 24 de junio de 2024 relativo a la Ley de Restauración de la Naturaleza y, de manera especial, el desarrollo de los Planes Nacionales de Restauración, cree que algunos puntos de la ley aprobada «deberían ser revisados porque no cumplirían su objetivo», a la vez que advierten de algunos puntos de esta ley, en especial para el abandono de las explotaciones, «no benefician ni a la naturaleza ni a los agricultores».

Unión de Uniones, quien ya destacó que la aprobación de esta ley tendría un impacto negativo para los agricultores si no se contemplaba una dotación financiera adicional para cubrir y compensar las nuevas exigencias, pedirá una reunión a los distintos grupos parlamentarios para presentarles qué considera que se debería revisar.

LAS PROPUESTAS PARA EL ABANDONO DE  LAS EXPLOTACIONES «NO TIENE NI PIES NI CABEZA»

En este sentido, resalta el punto 23 que propondría el abandono de las explotaciones para «permitir que los ecosistemas desarrollen su propia dinámica natural». La organización considera que este punto así como el 15 que también llamarían al abandono de la explotación para mejorar el desarrollo de bosques autóctonos y masas forestales «no tiene ni pies ni cabeza».

«Esto no beneficia ni a la naturaleza ni a los agricultures. Es más, desde luego el abandono de explotaciones debería ser la última opción que se contemplase en favor de la naturaleza», comentan desde Unión de Uniones. «Los agricultores somos gestores ambientales y nuestro trabajo, si bien puede ser más eficiente, contribuye también al mantenimiento de ecosistemas», añaden.

Asimismo, la introducción de elementos paisajísticos (punto 16) redunda en medidas ya contempladas en los eco-regímenes que el sector viene implementando en el actual periodo de aplicación de la nueva PAC. Del mismo modo, medidas de índole diversa, como las políticas hidráulicas han de ser consideradas con especial tiento en un escenario plagado de incertidumbres que demanda un equilibrio en el que deseos y realidades confluyan de manera acertada.

Unión de Uniones cree que se deben establecer consensos amplios que permitan la rentabilidad de las explotaciones y la incorporación de jóvenes, el mayor reto al que se enfrenta el sector junto con el cambio climático. Así las políticas en la reducción en el uso de plaguicidas químicos, así como de abonos químicos y de estiércol animal, sin aportar alternativas que permitan alcanzar los objetivos de seguridad alimentaria en un contexto agroalimentario globalizado y dependiente de políticas comerciales que incrementan los riesgos en sanidad vegetal animal, desincentiva la incorporación y empeora la situación.

«Si la agricultura no es rentable, nadie querrá trabajar en ella. El mundo es global y lo que no se haga aquí se importará de fuera, producido en unas condiciones muy diferentes a las europeas. Las consecuencias para la naturaleza, en un sentido amplio, son mucho que peores», concluyen desde la organización.

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