EFE.- En una entrevista con Efeagro, Nieto detalla que está previsto que la modificación de la citada ley llegue al Consejo de Ministros antes de que finalice el año, con el fin de que inicie cuanto antes su tramitación parlamentaria.
A su juicio, se trata de una ley "bastante compleja" que debe aclarar diferentes conceptos asociados al monte para evitar solapamientos entre ellos.
Además establecerá algunas regulaciones para abordar la fragmentación que existe en la propiedad forestal que, a su vez, supone una dificultad añadida para la gestión.
Entre los instrumentos que se van a desarrollar destacan los montes de socios, planes de gestión más sencillos o la posibilidad de localizar a los propietarios desconocidos de los montes, que pueden llegar a impedir el uso sostenible del mismo.
En cuanto a la superficie forestal quemada, Nieto matiza que la modificación de la ley establece medidas "tasadas y muy limitadas" para poder cambiar por "razones de interés público" el uso forestal a otro uso.
Concretamente, remacha que tiene que concurrir un interés general prevalente, esto es, que estuviera previsto, siempre en terrenos de titularidad pública y con el respaldo de una ley.
El cambio normativo incluye también que se adopten medidas compensatorias necesarias para recuperar una superficie igual a la quemada, destaca la directora general.
Nieto subraya que se mantiene la prohibición general de cambiar el uso del terreno forestal quemado, si bien se evita que el fuego se convierta en un instrumento para que "por intereses inconfesables" se frene, por ejemplo, la construcción o la modificación de una infraestructura pública.
En líneas generales, Nieto entiende que se trata de la modificación de una norma muy compleja, que busca vertebrar al sector, por lo que ya se ha remitido y debatido con comunidades autónomas, organizaciones ambientalistas y agrarias.
Sobre el estado general de los bosques, asegura que puede definirse como "bueno", especialmente desde el punto de vista de la superficie, porque "aunque parezca sorprendente, la extensión forestal en España sigue creciendo".
Más de 27,7 millones de hectáreas de la superficie del país, lo que supone más del 50 % de la extensión total, es masa forestal y, de ellas, 18 millones de hectáreas son terreno arbolado.
Según Nieto, en los últimos años ha crecido "mucho" esta superficie, a un ritmo de 320.000 hectáreas por año, especialmente como consecuencia del abandono de la superficie agrícola, que provoca que el bosque vaya colonizando estos terrenos de forma natural.
Un aspecto negativo de este aumento de terreno forestal es que "unido a la falta de control, se genera la aparición de biomasa que puede provocar una serie de amenazas para el monte como los incendios forestales".
Precisamente sobre incendios forestales, Nieto define la última campaña como "satisfactoria" ya que la superficie calcinada, algo menos de 50.000 hectáreas, ha sido una de las más bajas de los últimos años.
El cuanto a las características de los fuegos, precisa que sólo 16 han sido definidos como "grandes incendios", esto es, de más de 500 hectáreas, "casi la mitad de la media anual que suele rondar la treintena".