Un año más se ha producido un incremento de la superficie de siembra de maíz en la provincia de León al pasar de las 71.813 hectáreas de 2019 a las 75.008 hectáreas de 2020, según datos que se proporcionaron esta semana en la Comisión Provincial de Estadística Agraria de la Junta de Castilla y León. De esa superficie, 72.078 hectáreas se destinan a grano y 2.930 a forraje, aunque este reparto es aproximado y depende de la demanda del mercado y de las necesidades de las granjas.
En opinión de ASAJA León la siembra de maíz no tiene competencia de otros cultivos en los regadíos leoneses y ocupa tanto el espacio de los nuevos regadíos, como el que dejan otras producciones que pierden superficie, como son los cereales de invierno y la remolacha.
La zona de crecimiento en los próximos años se circunscribe a la comarca de Sahagún donde se desarrollan los nuevos regadíos de Payuelos dependientes del pantano de Riaño. Si bien la rentabilidad por hectárea es baja, se trata de un cultivo para el que siempre hay demanda debido a que España consume mucho más maíz del que produce, y la provincia de León puede competir con los mercados internacionales (origen francés, origen Mar Negro, origen Grandes Lagos,..) debido a la calidad y a las grandes y constantes producciones por hectárea. En estas producciones es decisivo el regadío modernizado, los avances en mejora genética de la semilla, el abonado y los conocimientos agronómicos del agricultor, según la organización agraria.
León se mantiene como la principal provincia productora de maíz de España, seguida de Huesca, es zona productora de referencia para los mercados europeos, y es la principal zona de producción de maíz en regadío de toda Europa. Todo el maíz que se cultiva en León es de variedades convencionales, es decir, no se utiliza tecnología transgénica.
(Fotos. Archivo)