Otro de los efectos de la crisis en la ganadería, según señala A. Domínguez en www.diariodeleon.es, es el incremento de los corrales domésticos, pequeñas explotaciones destinadas al autoconsumo, abiertas por quienes regresan a los pueblos al perder sus puestos de trabajo o por quienes residían en estos y han retomado la actividad para ayudar a sus familiares.
Otros aspectos de la actualidad ganadera en la que el sindicato veterinario coincide con las organizaciones profesionales agrarias con el incumplimiento del Programa Sanitario Integral de la Fauna Silvestre de Castilla y León, ya que sólo dos veterinarios trabajan para la Consejería de medio Ambiente en León y la falta de coordinación entre esta y la de Agricultura y Ganadería, «lo que sin duda favorece la transmisión de enfermedades entre animales domésticos y salvajes».
Por último, Sivele-Uscal defiende junto con los sindicatos del campo la reivindicación de incrementar el presupuesto destinado al sacrificio obligatorio de animales «y, en su caso, a las compensaciones por el lucro cesante, a la reposición de reses, a la mejora de insfraestructuras sanitarias y, en general, a todo aquello que permita la viabilidad de las mismas y a la fijación de población» en los pueblos.