La Asociación para el Desimpacto Ambiental de los Purines (ADAP) ha alertado de la paralización que sufren la mayoría de las instalaciones de las plantas de purines para el tratamiento de estos residuos de cerdo ante la incertidumbre regulatoria, la intervención del mercado y los altos precios del gas.
Esta circunstancia ha conducido a una situación límite a estas plantas de purines, que se están anticipando para autoproducir y autoconsumir su propio biogás, según ha señalado la asociación en un comunicado.
Asimismo, ha apuntado que las recientes medidas aplicadas para incluir a la cogeneración en el mecanismo de topado del gas no sólo no solucionan el problema actual sino que lo empeora.
En este contexto, ADAP ha reclamado al Ejecutivo un marco regulatorio estable que garantice la continuidad y extienda la vida de las plantas de forma que puedan reiniciar su actividad ambiental de tratamiento de los purines de cerdo.
Un reciente informe de AFI aconseja extender la vida útil de las plantas actuales e impulsar un marco regulatorio para la construcción de nuevas instalaciones y la inversión en tecnologías eficientes e innovadoras introduciendo el biogás y otros gases renovables como el H2.
Tras un momento de fuerte desarrollo del sector porcino, la asociación ha insistido en que se necesita contar con una adecuada estrategia de tratamiento de los purines de cerdo.
ADAP integra 21 plantas de tratamiento y gestión eficiente y ecológica de los subproductos ganaderos, fundamentalmente purines de ese animal.
ADAP urge al MITERD a solucionar la grave situación con medidas que favorezcan un marco regulatorio estable que garantice la continuidad y extienda la vida de las plantas de forma que puedan reiniciar su actividad ambiental de tratamiento de los purines de cerdo. Estas plantas actúan como un partner ecológico del sector porcino, ya que su solución da respuesta integral al excedente de los subproductos que no tienen cabida como fertilizante en los terrenos colindantes a las explotaciones ganaderas.
Las plantas tratan y reciclan los subproductos para ser reintegrados en el ciclo natural. Los purines se tratan, reciclan y valorizan obteniendo nutrientes agronómicos, hasta unas 100.000 t/a de fertilizantes orgánico-minerales que sustituirán a los químicos, minorando emisiones de gases.