GOBIERNO DE NAVARRA.-En el periodo comprendido entre el 3 y el 10 de junio hubo precipitaciones generalizadas durante varias jornadas, temperaturas inferiores a las propias de esta época y predominio de viento de componente norte. Así, continúa la meteorología vivida en la semana anterior, con temperaturas frescas y registro de lluvias y tormentas de diversa intensidad, que han dejado valores pluviométricos acumulados entre 10 y 80 litros por metro cuadrado, según zonas, si bien los registros más repetidos se sitúan entre los 20 y 40 litros por metro cuadrado.
Las lluvias caídas en las dos últimas semanas fueron bien recibidas por el campo, tanto en secano como en regadío, y en especial por los cultivos de verano (girasol, maíz forrajero, patata), praderas, pastos y cultivos leñosos, así como por trigos y avenas de la zona septentrional del área cerealista. Por contra, esta climatología retrasa el inicio de la recolección de cereales a la llegada de tiempo estable y temperaturas más altas.
Cereales de secano. En estas fechas ya se han recolectado algunas cebadas en zonas de Ribera Alta (Carcastillo, Murillo, Santacara, etc.) y Navarra Media (Larraga, Olite, San Isidro del Pinar) pero la superficie cosechada todavía no es significativa, por lo que no se puede generalizar los resultados. En el resto de comarcas, las cebadas van alcanzando su madurez, a la espera de que la llegada del calor y el tiempo estable permita iniciar la campaña de forma masiva en prácticamente todo el área de cultivo.
Estas lluvias y el tiempo fresco favorecen la formación y llenado final del grano, en especial de trigos de la Cuenca de Pamplona, Pirineos, Nord-Occidental y zonas frescas de Tierra Estella, áreas de cultivo donde esta inyección de humedad ha llegado todavía a tiempo. A finales de mayo, las expectativas de cosecha en estas comarcas no eran buenas a consecuencia del estrés hídrico que estaba sufriendo el cultivo, pero con las últimas lluvias la situación ha mejorado notablemente.
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Cultivos forrajeros. Las continuas precipitaciones que se vienen registrando en la zona norte impiden cualquier aprovechamiento mecánico de praderas, que por esta época la actividad se suele centrar en los henificados. Así, praderas de primer corte que todavía no han sido aprovechadas presentan fenologías excesivamente avanzadas, con su consecuente pérdida de calidad. Por el contrario, estas lluvias favorecen el repunto y desarrollo del segundo e incluso tercer corte en parcelas de Ray-Grass ensiladas a lo largo del mes de mayo.
Siembras y plantaciones. Las labores de plantación de tomate para conserva se pueden dar por finalizadas. El cultivo presenta un desarrollo vegetativo muy bueno. Aunque la fenología es muy dispar como consecuencia de las diferentes fechas de plantación, aumenta el número de plantaciones en floración y en las más tempranas ha ligado el primer ramillete floral y ya encontramos frutos del tamaño de una nuez.
La siembra de maíz grano entra en su recta fina y el desarrollo del cultivo muestra cierto adelanto. En parcelas de siembra temprana de Cortes. Buñuel y el monte de Villafranca, comienza la aparición de los nudos y el alargamiento de la caña.
A lo largo de esta semana se han sembrado las últimas parcelas de arroz, con lo que ya se puede dar por concluida la sementera de esta temporada.
Recolecciones e invernaderos. Se sigue cosechando el guisante verde para la congelación con rendimientos dispares; buenos en la zona de Cortes y Buñuel, y más pobres en las comarcas más septentrionales.
Las crucíferas de primavera se encuentran en plena recolección. Los rendimientos están siendo altos, sobre todo en el bróculi, y la calidad muy buena en general.
El mercado de acelga y de lechuga parece que repunta un poco del bache en el que se encontraban sumidas estas hortalizas. La campaña de primavera del tomate de cultivo hidropónico en invernaderos calefactados, está llegando a su final.