EFE.- Las partidas, detectadas el año pasado, contenían más de 100 becquereles por kilo de material radiactivo (el límite que establece para el consumo el Gobierno japonés) y fueron cultivadas en el municipio de Minami Soma, situado a unos 25 kilómetros al norte de la central golpeada por el terremoto y tsunami de marzo de 2011.
El arroz fue detectado en los controles rutinarios a los que se somete tras el accidente nuclear al cereal cultivado en la prefectura de Fukushima antes de su puesta a la venta, con lo que estas partidas nunca llegaron a los estantes de las tiendas.
La principal hipótesis del Ministerio de Agricultura es que las tareas de descontaminación y desescombro que realizó en agosto de 2013 en torno al reactor 3 de la central la operadora de la misma, Tokyo Electric Power (TEPCO), levantaron oleadas de polvo radiactivo que alcanzaron estos arrozales.
Por su parte, un portavoz de TEPCO indicó a la agencia Kyodo que la eléctrica no descarta esta posibilidad, pero que aún debe investigar a fondo si estas tareas de limpieza provocaron nubes de polvo radiactivo.
El terremoto de 9 grados Richter y el posterior tsunami que golpearon el 11 de marzo de 2011 la central nuclear de Fukushima Daiichi provocaron el peor accidente atómico desde el de Chernóbil (Ucrania) en 1986.
Las emisiones y vertidos resultantes han afectado gravemente a la agricultura, la ganadería y la pesca local.