EFE.- El ministro búlgaro de Agricultura, Dimitar Grekov, dijo que unas 25.000 hectáreas de áreas agrícolas han sido destruidas por las fuertes lluvias y las tormentas con granizos.
Grekov agregó en declaraciones a la radio pública BNR que las pérdidas no causarán una crisis alimentaria para la población, aunque se prevén subidas en los precios del pan.
Mientras, en las zonas más afectadas por las inundaciones, la situación sigue crítica, aunque las aguas han empezado a retirarse paulatinamente.
En Varna, donde el jueves doce personas murieron por las masas de agua y lodo que arrastraron a decenas de vehículos, árboles y partes de las infraestructuras, dos personas siguen desaparecidas.
En la cercana ciudad de Dobrich, donde el jueves pasado murieron dos personas, se mantiene el estado de emergencia, ya que la mayor parte de la ciudad sigue inundada con 70 centímetro bajo agua.
La Comisión Europea ha prometido fondos comunitarios para poder reparar los daños sufridos en los últimos días.