JUNTA DE ANDALUCIA.-Las industrias andaluzas han reducido un 8% las emisiones de dióxido de carbono (C02) a la atmósfera durante 2010, según el último Inventario realizado por la Consejería de Medio Ambiente para validar las emisiones de las 173 empresas andaluzas afectadas por el régimen del comercio de derechos de emisión. En total, el pasado año se emitieron a la atmósfera 23.543.159 toneladas de CO2, un 8,2% menos que en 2009, año en el que se registraron 25.644.523 toneladas de gases de efecto invernadero.
El Informe elaborado por la Junta confirma asimismo que 2010 es el tercer año consecutivo en el que se puede apreciar un descenso de las emisiones, ya que en 2008 éstas cayeron un 18,6%; en 2009, un 5,8%; y en 2010, el 8,2%. La mayor parte de estas emisiones en Andalucía, el 66 %, proviene de la generación de energía eléctrica. El resto de las emisiones de gases invernadero corresponde al sector cementero (15%) refino (11%), combustión (2,5%) y al resto de sectores (6,3%).
Por otra parte, el Inventario confirma también que la reducción de las emisiones registradas en 2010 respecto a 2009, que supone un total de 2.101.364 toneladas de CO2, se debe en gran parte al descenso que se ha producido en el sector de generación de energía eléctrica. Sin embargo, y a pesar del descenso generalizado en todos los sectores industriales, las emisiones del sector del refino y el de la fabricación de cemento experimentaron un incremento respecto al año anterior, concretamente el 2,8% y el 3,3%.
Además de las centrales de carbón, la electricidad no renovable se produce en Andalucía en centrales de ciclo combinado y en instalaciones de cogeneración utilizando principalmente el gas natural como combustible. Cuando se altera la proporción de energía producida por estos tres tipos básico de centrales varía también la cifra total de emisiones, ya que la combustión convencional del carbón produce más emisiones por unidad de energía eléctrica que la combustión del gas. Según el Informe de emisiones del sector industrial elaborado por la Junta, el 77,3% de la reducción se ha producido en las centrales de carbón, que poseen una tecnología de generación más contaminante que los ciclos combinados.
Autorización empresas
En Andalucía existen 173 empresas autorizadas para la emisión de gases de efectos invernadero, siendo las provincias de Jaén (con 50) y Sevilla (30) las que registran el mayor número de instalaciones con la obligación de presentar el informe de notificación de emisiones de CO2. Por actividades, las empresas dedicadas a la producción de cerámicas son las más numerosas, con el 37,4% de autorizaciones, seguidas de las dedicadas a la cogeneración (20,7%), generación eléctrica (14,9%) y combustión (14,4%).
Estos permisos comprometen a las empresas a someterse a un seguimiento anual por parte de la Consejería de Medio Ambiente, que les exige la presentación de un informe verificado con el objetivo de controlar la emisión de este tipo de gases. Estos controles se realizan a través del análisis y seguimiento de los combustibles y materias primas utilizadas. Asimismo, la Junta realiza de forma continuada inspecciones para que todas las empresas con este tipo de instalaciones dispongan de la autorización correspondiente y cumplan también con los requisitos establecidos en la normativa vigente en esta materia. Para solicitar la asignación de derechos de emisión de gases a la Administración central, que ostenta la competencia, es condición necesaria para las empresas afectadas tener la autorización de emisión que concede la Junta de Andalucía.
Régimen de Comercio de Derechos de Emisión
El objetivo del Régimen de Comercio de Derechos de Emisión (RCDE) es que cada instalación cumpla con el objetivo específico que le marca su asignación, ya que la emisión de CO2 por encima de lo asignado supone tener que comprar derechos en el mercado, y la emisión por debajo de lo asignado permite poder vender los derechos sobrantes. Esta posibilidad de comprar y vender derechos en los mercados de carbono es la característica principal del régimen de comercio, que por otra parte permite que se cumplan los objetivos de reducción de emisiones de la industria establecidos a nivel europeo, dado que la cuota de emisión global europea, repartida por Estados miembros, no puede rebasarse.
La emisiones de gases de efecto invernadero de un país se dividen en dos grandes grupos, las emisiones de CO2 de las instalaciones industriales afectadas por la directiva europea que regula el Régimen de Comercio de Derechos de Emisión y el resto de emisiones que constituyen el sector difuso. En este sector están incluidas las emisiones procedentes de otras actividades industriales, el sector agrario, el sector residencial, institucional y comercial, el tratamiento de residuos y el más importantes de todos el sector del transporte.