La Coordinadora de Organizaciones de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha pedido a las grandes integradoras de porcino que aumenten el control y ajusten sus importaciones de lechones de países de centro-Europa ante el riesgo de entrada de la Peste Porcina africana (PPA). “Que cada mes entren en nuestro país 200.000 lechones (2,4 millones en 2022) es como ‘jugar a la ruleta rusa’ con el sector. Hay que pensar más con la cabeza y menos con el bolsillo. Un sólo caso de PPA puede hacer saltar por los aires los grandes esfuerzos de un sector pionero que ha sabido situarse en el mercado, alcanzando un alto grado de profesionalidad, tecnificación y experiencia que es un modelo para otros países. No podemos tolerar que intereses económicos particulares se antepongan al interés general del sector”, ha afirmado Jaume Bernis, responsable del sector porcino de COAG.
Desde la introducción de la enfermedad hasta el 4 de julio de 2022, un gran productor como Alemania ha notificado un total de 3.917 focos en jabalíes silvestres (403 en 2020, 2.551 en 2021 y 963 en lo que va de año 2022), todos ellos localizados en la zona este del país, en los Estados Federales de Brandeburgo, Sajonia y Mecklemburgo-Pomerania Occidental, y siete focos (incluyendo los dos notificados el día 2 de julio) en porcino doméstico, de los cuales dos han supuesto saltos a larga distancia hacia zonas libres al oeste del país.
“Aunque el 90% de los lechones vienen de Holanda, la cercanía entre fronteras y los múltiples desplazamientos suponen un riesgo muy elevado a nivel de sanidad animal. El riesgo se multiplica con los camiones de terneros que entran cada semana en España para grandes cebaderos provenientes de países con casos positivos de PPA como República Checa, Polonia y Rumania y que pueden transportar distintas especies de ganado”, ha precisado Bernis.
En ese sentido, el responsable de porcino de COAG ha recordado que la historia nos demuestra que las principales enfermedades que han afectado al territorio español han entrado por carretera. La peste porcina clásica (PPC) en el año 2000 y el síndrome reproductivo y respiratorio (PRRS) con las diferentes cepas “Bisbal” y Rosalía en 2021, son un claro ejemplo de ello.
”Quién no recuerda su historia está condenado a repetirla. Podemos tener un grado muy alto de bioseguridad en nuestras granjas (como el que tenemos) y perderlo todo por una entrada de animales sin un máximo control del origen, la trazabilidad, la sangre (PCR), la limpieza y desinfección o el control de las cargas y descargas del transporte”, ha subrayado, mientras insiste en que no se debe jugar a la ruleta rusa con estas importaciones.
EN JUEGO; MÁS DE 7.500 MILLONES DE EUROS AL AÑO EN EXPORTACIONES Y 450.000 PUESTOS DE TRABAJO
Para darse cuenta de que no se debe jugar a la ruleta rusa con las importaciones, cabe señalar que eñ sector porcino español tiene un grado de autoabastecimiento del 192%. Este dato refleja que un 92% del total que producimos estamos obligados a tenerlo que sacar de nuestro mercado interno. En el periodo Enero-Noviembre de 2022, el sector porcino español ha exportado 2,68 millones de toneladas de carne y elaborados de porcino, por un valor de 7.530 millones de euros.
Aunque supone una reducción en volumen de toneladas de un 5,2% y de un 6,2% en valor económico respecto al año anterior, cabe destacar que la bajada de exportaciones a China ( -46%) no ha tenido tanta importancia gracias al aumento de importaciones de otros países como Filipinas +50,1%, Italia +29%, Japón +49,4%, Corea del Sur +43,3%, Portugal +16,2%, Polonia +32,1%, Rumanía +48.2%, Hungría +50,2%, etc.
España es el principal productor de porcino de la UE. También es el primero en volumen de exportaciones de los 27, colocando al sector porcino como el primer sector ganadero en volumen económico y en puestos de trabajo directos, cifrados en 450.000 trabajadores.
El porcino viene siendo una bomba de relogeria desde hace años, y por más que nos inventemos pestes o plandemias para bajar precios y corregir los desajustes del estado, existen intereses espurios escondidos k benefician a la sociedad…
Una peste como la de las vacas locas de los 90, sería una forma muy acertada de bajar precios y k la sociedad urbanits se aprovecharse de ello.