Esta última semana de fiestas navideñas no ha sido especialmente propicia ni para los movimientos en los mercados ni para los productores, ya que se han visto frenadas las operaciones en el aceite de oliva, y de las pocas que hubo lo hicieron a la baja manteniendo la tónica marcada a finales del pasado año con la consolidación de la actual campaña olivarera.
Fuentes de Oleoestepa han coincidido en este análisis, destacando que con motivo de las fiestas navideñas la actividad ha sido escasa en este sector y los aceites virgen y lampantes han cedido ligeramente.
Con los primeros se cerraron operaciones a partir de 2.450 euros por tonelada y con los segundos a 2.300 euros. Los virgen extra, por su parte, se mantuvieron entre 2.750 y 3.300 euros durante los primeros días del año.
Por su parte, el Sistema de Información de Precios, Poolred, de la Fundación del Olivar también reflejó descensos generalizados para todas las calidades. El precio medio del virgen extra se fijó en 2.655 euros; el virgen en 2.432 euros; y el lampante en 2.205 euros.
Una tendencia a la baja que, como era de esperar, también se ha reflejado en el Informe semanal de Coyuntura del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de esta última semana y primero del año, donde se revela un predominio de los descensos en los precios medios de las principales operaciones en el aceite de oliva. El aceite de oliva refinado (-0,48%), aceite de orujo refinado (-0,34%), aceite virgen extra (-0,23%) y aceite virgen (-0,02%). Las subidas se han producido en aceite de orujo crudo 0,77% y aceite lampante 0,22%. El aceite de girasol refinado permanece estable.
Hay preocupción en el sector por cómo puede acabar yendo los precios, sobre todo después de la experiencia de 2018, donde el precio de las diferentes calidades de aceite de oliva bajó en el mercado de origen una media de un euro por kilo.