Por ello, "simplemente queremos ser iguales ante la Ley", ha dicho Llargués, y que "los consumidores estén informados de lo que compran", aunque "es cierto que al pan no se le exige lo mismo que a otros alimentos".

Que se explique cuándo se hizo la masa y cómo


     "La fruta tiene una pegatina con su procedencia, el agua igual, los lácteos disponen de fecha de caducidad, pero junto a ellos se compra un pan del que no se dice cuándo se hizo la masa o cómo", ha explicado, a lo que ha añadido que algunos supermercados, "incluso, advierten en la publicidad que en su pan puede haber trazas de cáscaras de frutos secos".

     Ha asegurado que "la competencia desleal ha puesto a muchas empresas en una situación difícil" y, además, ha reconocido que las panaderías forman al personal y, "luego, los ‘cocederos’ se lo lleva".

     Un modo de luchar contra esa situación sería, a su juicio, el reconocimiento legal de la carrera de panadero, a través de la formación profesional y de la formación reglada. "Este oficio, como otros de artesanos, pueden dar trabajo a los jóvenes, pero, para eso, es necesario un reconocimiento", ha asegurado el presidente de CEOPÁN, organización que ya ha mantenido contactos con el Ministerio de Trabajo para avanzar en la creación del título oficial de panadería.

     Ha abogado por un "sello" que diferencie "el pan del día del congelado" para que "el consumidor sepa lo que compra y elija de verdad" y decida "si compra por precio o por calidad".

     "No se trata de llorar, sino de que nos den el mismo marco legal que a otros", ha precisado Llargués, cuyos datos indican que el consumo de pan en España ha pasado de 82 kilos por habitante y año en los últimos cuarenta años a los 40 en 2014, aunque "en los últimos dos años se ha observado una tendencia al alza porque vuelve el gusto por los tradicional".

(Foto: marinatelocuenta.blogspot.com)

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