Los mayores condicionantes meteorológicos para las cosechas agrícolas de otoño han sido este año las lluvias de primavera -que impidieron en algunos casos una correcta polinización-, la sequía en verano y la falta de agua para riego.
Así lo han apuntado a Efeagro fuentes de la las Cooperativas Agro-alimentarias y las organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA.
Han avanzado que las cosechas agrícolas de otoño de este nuevo curso no se presentan, en líneas generales, peor que en otras campañas, al menos para cítricos, girasol o tomate; pero puede haber reducción en volumen en vino, aceituna, almendra y manzana reineta, y una apuesta por la siembra de colza tras la caída de precio de los cereales.
Ante la ausencia de precipitaciones en el Levante desde hace varias campañas y, sobre todo, en Murcia, el Gobierno ha anunciado la prórroga de los reales decretos de sequía del Júcar y el Segura, la cesión de 10,4 hm3 de los regantes del Tajo a favor de los del Segura y nuevas medidas para disponer de más agua desalada.
los cítricos del levante prevén en la mayoría de cultivos una «recuperación de los niveles de normalidad»
La Interprofesional del Limón y Pomelo (Ailimpo) prevé que se recuperen los niveles «normales» de campaña -en torno a un millón de toneladas-, mientras que la producción de almendra puede caer a las 40.000 o 42.000 toneladas, según han explicado a Efeagro desde Almendrave.
La Consejería de Agricultura valenciana, en su primer aforo sobre la campaña de cítricos, también ha hablado de una «recuperación de los niveles de normalidad», ya que se espera una producción de 3,9 millones de toneladas, un 23 % más que en 2015/16.
Desde las Cooperativas de la Comunidad Valenciana, su presidente, Cirilo Arnandis, ha precisado que los datos avalan la recuperación en cítricos tras el «paréntesis» de la campaña anterior (un -20 %, respecto a 2014/15) por cuestiones asociadas a la climatología.
Fuentes de Asaja han calificado de «año muy duro» el que han padecido los cultivos de primavera-verano por las altas temperaturas y la falta de precipitaciones.
Como ejemplo, señalan que en la cornisa cantábrica el calor ha cortado el ciclo vegetativo del maíz, que ha necesitado riegos adicionales en un momento de bajas cotizaciones, lo que le quitará rentabilidad, o que el heno de pasto ha sido escaso y preocupa a los ganaderos de la zona de cara a los próximos meses.
«angustiosa situación» de la ganadería extensiva y en algunos cultivos leñosos, tanto en aragón como andalucía
En el arco mediterráneo, donde se ha producido un incremento del consumo de agua por la buena campaña turística, la fuerte sequía ha hecho sufrir a olivar de secano, viñedo y almendro, han añadido.
La situación de cultivos leñosos (como almendro, olivo y vid) por la falta de lluvia y la «angustiosa situación» de la ganadería extensiva preocupan ahora a Asaja Aragón, y desde Asaja Sevilla hacen hincapié en la sequía y el calor en verano como causas de la menor cosecha de aceituna de mesa (-17 %).
En Castilla y León, la patata ha sido uno de los cultivos más beneficiados esta campaña, con buenos rendimientos y precio, según Aurelio González (Alianza UPA-COAG), quien ha apuntado que ya queda muy poca por arrancar.
González ha explicado que en girasol -que sustituyó al maíz ante el exceso de lluvias en primavera- puede producirse una merma en el de secano por el calor de la última semana de agosto, pero que, en líneas generales, la mayor superficie plantada en regadío permitirá hablar en octubre de una cosecha buena.
Dentro de estos auspicios de cara a la cosechas agrícolas de otoño, los remolacheros castellanoleoneses, que han reducido esta campaña la superficie plantada también a favor de girasol, confían en las lluvias de las próximas semanas para que el cultivo «engorde» antes de su recogida a partir de noviembre, ha añadido.
tras la caída de precios en el cereal, en cyl ya se plantean apostar sembrar las próxima semanas colza
Los agricultores de Zamora y León, según González, sí que están pensando, tras los «precios hundidos» del «cosechón» de cereal de invierno -el principal cultivo de la región-, en sembrar las próxima semanas colza, «que es más estable en precios».
En Cantabria, ha destacado el secretario general de UGAN-COAG, Gaspar Anabitarte, el calor sufrido desde la mitad de julio hasta mediados de septiembre no ha producido daños ni en calidad, ni en cantidad para el maíz forrajero que se siega estas fechas, aunque sí afectó a la pradera natural, que espera que se recupere en otoño.
Desde Extremadura, el presidente regional de UPA, Juan Moreno, se ha mostrado de acuerdo con que las condiciones meteorológicas de este último ejercicio hídrico «no ha afectado de manera alarmante» a ningún cultivo de secano y de regadío.
Sí ha destacado la bajada de los rendimientos de cosechas y el aumento de los costes por tratamientos debido a las lluvias de primavera para el viñedo y el tomate; de esta hortaliza ha calculado unos dos millones de toneladas, igual que en la anterior campaña, pese a cultivarse unas 3.000 hectáreas más. Muchos cambios y preocupaciones ante las cosechas agrícolas de otoño tras un año convulso climatológicamente hablando.