A juicio de las Cortes, que recogen el contenido del documento secundado el pasado 10 de diciembre por el Gobierno regional y todo el sector productor e industrial de la Comunidad, "como en cualquier otro producto, el porcentaje de pureza racial se debe incluir en el etiquetado y no el nombre comercial".
Además, piden que se establezcan "periodos transitorios para la puesta en el mercado de los productos en proceso de elaboración y para la adaptación de las explotaciones de cebo a las nuevas condiciones de manejo".
"Si no se atienden estas propuestas, que se consideran fundamentales, se solicita la retirada del proyecto de Real Decreto", concluye la declaración institucional que ha leído la presidenta de la Cámara, Josefa García Cirac.
Castilla y León ocupa el primer lugar de España en el censo de animales ibéricos, con 920.726 animales, el 36 por ciento del total nacional, por delante de Extremadura y Andalucía.
El 38 por ciento de las explotaciones de porcino de Castilla y León son de ibérico, y la Comunidad sacrifica además el 70 por ciento de todo el ibérico nacional y comercializa en torno al 50 por ciento de los jamones y paletas y el 70 por ciento de los lomos ibéricos.
En cuanto a la industria, aglutina el ibérico unas 352 industrias transformadoras en Castilla y León, según se detalla en la declaración, que suponen el 41 por ciento de las cárnicas de la Comunidad, con una facturación que supera los 600 millones de euros y con 15.000 empleos entre directos e indirectos.