La Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos pone en evidencia las consecuencias negativas que el acuerdo UE – Mercosur puede tener para las regiones productoras españolas, en especial, para aquellas que abastecen a las cuatro CCAA que concentran el 98% de las importaciones de los llamados productos sensibles procedentes de estos países. Asimismo, se podrían ver afectadas otras regiones productoras de productos muy sensibles al acuerdo pero que no están contemplados en él, como son los cítricos y los zumos.
La organización, quien ya ha mostrado su escepticismo sobre los beneficios del acuerdo UE – Mercosur para el sector agrario, señala que Canarias, Andalucía, Comunidad Valenciana y Comunidad de Madrid son los principales centros de consumo en la actualidad para los alimentos considerados sensibles que llegan de Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay.
Carne, arroz y miel, entre los productos sensibles más importados en aumento
En este sentido, considera que el impacto del acuerdo preferencial puede ser muy negativo para las regiones productoras a nivel estatal que, en algunos casos, perderán competitividad y posición en estas cuatro CC.AA.
Respecto a los productos considerados sensibles por el acuerdo – carne de vacuno, carne de aves, carne de porcino, azúcar, etanol, arroz, miel y maíz dulce -, las importaciones, aun habiendo descendido ligeramente durante los últimos cinco años, han aumentado en el caso de la carne de bovino, el arroz y la miel y podrían aumentar de forma relevante en los años sucesivos.
En este sentido, Canarias (121 M€), Andalucía (19 M€), C. Valenciana (14 M€) y C. Madrid (5 M€) son las CCAA con mayores importaciones de productos cárnicos, azúcar, arroz y miel. Asimismo, la importación de cítricos y zumos ha aumentado notablemente durante los últimos años en España, alcanzando las importaciones en 2018 un valor de 80 M€ en Murcia y 55 M€ en la Comunidad Valenciana. Si bien el acuerdo podría beneficiar a los consumidores de estas regiones (mejor situación de precios, más oferta), el acuerdo podría afectar la oferta de las regiones productoras españolas.
Cataluña, CyL, Galicia, Andalucía, Extremadura y C. Valenciana serían las regiones productoras más afectadas por la carne
En el caso de la carne, las principales regiones productoras de vacuno son Cataluña (136.000 ton), Castilla y León (111.000 ton) y Galicia (97.000 ton), mientras que de carne de ave son Galicia, Cataluña y Andalucía (representan el 50% de las 5.000 granjas de producción actuales).
Respecto al azúcar destaca principalmente Castilla y León (86,3% de la producción de remolacha invernal), mientras que en la miel lo hacen comunidades como la andaluza y la valenciana, que suman entre ellas el 45 % de la producción estatal. En el caso del arroz, destacan Andalucía y Extremadura con el 64% de la producción estatal, mientras que en los cítricos destaca primordialmente la Comunidad Valenciana con el 53%.
La organización señala que ya las importaciones agroalimentarias de Mercosur representan el 42% de las importaciones totales del bloque sudamericano y el 8% de las importaciones agroalimentarias a nivel estatal (datos 2018).
Unión de Uniones insiste en que, antes de que los Estados miembro ratifiquen el acuerdo, se proceda a un análisis profundo de su impacto por parte de las instituciones españolas, tal y como ya ha anunciado Francia que lo va a hacer a través de una comisión de expertos independientes. La organización pide que el Ministerio haga lo propio para poder defender la posición española con conocimiento de causa en la ratificación del acuerdo.
También reclama que sean consideradas sensibles las producciones mediterráneas como los cítricos y los zumos y se definan contingentes arancelarios a las importaciones de estos productos para evitar posibles efectos negativos sobre los productores españoles.
Asimismo, pide que el acuerdo se haga en base a una moneda de referencia estable, para evitar que las fluctuaciones de los países implicados condicionen los efectos de las barreras arancelarias establecidas como en el caso de la guerra comercial EEUU-China, así como que se proceda a establecer una batería de medidas de contingencia para salvaguardar las producciones locales en caso de producirse desequilibrios de mercado.