"Ambas están situadas en territorios con un importante flujo turístico por su cercanía a la costa y a grandes y atractivos núcleos urbanos como Barcelona y Sevilla, además de disponer de algunas de las bodegas más visitadas de España", ha añadido Acevin.Junto a ellas, las rutas de Ribera del Duero (179.938), Rioja Alavesa (121.124), Rioja Alta (188.042) y Rías Baixas (66.908) también han obtenido cifras relevantes y se mantienen a la cabeza del ránking.
"Los incrementos más significativos son los registrados en las rutas del vino de Navarra (con 23.610 visitantes en 2013), Ribera del Guadiana (23.880), Yecla (2.268) y Ribera del Duero (179.938), que superan el 25% de incremento con respecto a los datos del año anterior", ha detallado.
Sobre el resto de rutas del vino, la de Rueda obtuvo 20.440 visitas; la del Bierzo, 9.703; la de Bullas, 11.507; la de Ronda, 10.183; la de la Garnacha-Campo de Borja, 4.627; la de Jumilla, 22.857; la de Lleida, 36.079; la de Montilla-Moriles, 12.353; la del Somontano, 40.903; la de Utiel-Requena, 43.321; y la del Txakolí, 4.635.En cuanto a la distribución temporal a lo largo del año, otoño y primavera siguen siendo las temporadas preferidas para realizar enoturismo.Los meses de octubre (200.103) y septiembre (187.981) "son los más fructíferos en la llegada de visitantes", seguidos muy de cerca de mayo (178.869) y junio (160.196).
Precisamente el mes de junio desbanca al de abril en el cuarto puesto como uno de los periodos con más viajes y escapadas relacionadas con el turismo del vino.Igualmente, los meses estivales de julio y agosto han registrado cifras muy positivas y considerablemente superiores a los años anteriores, superando en ambos casos a los 140.000 visitantes.
Estos datos aportan más valor al enoturismo, ya que constatan que favorece la desestacionalización y el alargamiento de la temporada turística, explica Acevin, que añade que el reto está en lograr un aumento de visitantes en los meses de invierno.