La Federación Española del Vino (FEV), que aglutina al sector bodeguero, ha destacado este viernes 26 que en esta vendimia hay incrementos «significativos» en el precio de la uva para cumplir «con la obligación de cubrir el coste efectivo de producción», a la vez que pide a la AICA «cierta flexibilidad y una reflexión sobre algunos aspectos de la ley» en materia de contratos y justifica que no se firmen al arranque de la campaña porque «la ley no permite la modificación del precio pactado al alza una vez entregada la uva».

La comisión ejecutiva de la federación se ha reunido esta semana para abordar el desarrollo de la nueva campaña vitivinícola en la que, según la asociación bodeguera, la producción será en torno a un «10 ó 15% inferior a la del año anterior, que se sitúo en los 36,8 millones de hectolitros de vino y mosto, así como que será «anormalmente avanzada en el calendario, corta, aunque de gran calidad», han señalado.

La FEV ha explicado que la cifra global «difiere mucho según las distintas regiones vinícolas», porque en algunas zonas «se podrían dar caídas de hasta el 50% en la producción» a causa de calor, la sequía o enfermedades como el mildiu.

Además ha incidido en que el sector vitivinícola «está absolutamente ligado a la climatología» y por ello ha manifestado la «necesidad de actuar con firmeza en medidas de adaptación a los efectos del cambio climático».

DEFIENDEN QUE HAY INCREMENTOS «SIGNIFICATIVOS» EN EL PRECIO DE LA UVA PARA CUBRIR COSTES Y PIDEN A LA ICA FLEXIBILIDAD PARA SUS CONTRATOS

A través del comunicado, los bodegueros han recordado que las bodegas asociadas a la federación «cumplen de manera escrupulosa con la Ley de la Cadena Alimentaria«.  En este sentido, los bodegueros representados por la FEV han querido también «salir al paso y dar respuesta a todas las manifestaciones desproporcionadas e infundadas» que las organizaciones agrarias han venido realizando en distintos medios de comunicación desde que comenzase la vendimia negando que se cubra el coste efectivo de producción.

También han indicado que este año «debido a los recortes esperados en la producción» hay incrementos «significativos» en el precio de la uva para cumplir «con la obligación de cubrir el coste efectivo de producción y compensar, en algunos casos, los bajos rendimientos».

Si bien, el incremento de costes de aprovisionamiento de material prima «provoca a su vez un impacto en el resto de la cadena de valor del sector».

Por ello, desde la federación han pedido a la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) «cierta flexibilidad y una reflexión sobre algunos aspectos de la ley», porque «es prácticamente imposible prever contractualmente una situación de escasez sobrevenida como la que se afronta este año en algunas zonas de España».

Porque «la ley no permite la modificación del precio pactado al alza una vez entregada la uva», que es cuando se conoce la merma sobre la producción esperada, han añadido.

Una situación que «podría perjudicar a la bodega, ya que en contra de su voluntad, podría estar incumpliendo la norma al no llegar a cubrir con el precio pactado previamente el coste efectivo de producción», han puntualizado.

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