EFE.- Además, el informe destaca las ventajas de este método para sistemas cerrados por la seguridad de su manejo, la no corrosión de las tuberías y la posibilidad de ser utilizado como un tratamiento rápido al final de la temporada de riego, ahorrando costes de operación y personal, ha informado CHE en un comunicado.
Los trabajos de campo se realizaron a mediados del mes de mayo gracias a la colaboración de la Comunidad de Regantes de Mora la Nova (Tarragona) que prestó para las pruebas sus infraestructuras de riego y también con el apoyo técnico del Centro Tecnológico de Manresa-Flix.
Tras las pruebas de tratamiento, durante un mes se realizó un seguimiento de la efectividad, inspeccionando los filtros instalados a lo largo de las tuberías tratadas.
La proporción de especímenes de mejillón muertos en los filtros alcanzó el 100 por ciento y además, se destacó su efecto en ejemplares de todos los tamaños.
Otro punto interesante que se destaca en el informe de conclusiones es que en la infraestructura que se utilizó para las pruebas se detectó la presencia de otro bivalvo invasor, la denominada almeja asiática (Corbicula fluminea), lo que ha permitido analizar el efecto de las "biobalas" en ella.
Aunque la mortalidad del mejillón cebra fue más rápida que la de almeja asiática, el resultado final alcanzó los mismos niveles de mortalidad.
Las pruebas realizadas por la Confederación Hidrográfica para la aplicación de este método se integran en un proyecto de investigación financiado por el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino dentro del Plan Nacional de Investigación Científica, Desarrollo e Innovación Tecnológica.
El proyecto está liderado por la Universidad de Zaragoza y en él participan, además de la Confederación Hidrográfica del Ebro, la Universidad Politécnica de Valencia, la Sociedad de Infraestructuras Rurales Aragonesas, S.A. y el Centro de Transferencia Agroalimentaria del Gobierno de Aragón.