EFE.- Un grupo de científicos, miembros de la Fundación Migres, han determinado, en base a los datos obtenidos en los diez últimos años, que las aves migratorias han cambiado sus períodos de migraciones por el área del Estrecho de Gibraltar como consecuencia de los efectos del cambio climático.
Las aves han tenido que variar sus fechas de migraciones y en algunos casos adelantarlas hasta doce días -lo que los expertos estiman un avance "muy importante"- tanto en la ida hacia el continente africano como en el regreso de primavera a sus lugares de hibernación en Europa.
En una entrevista con Efe, el biólogo Antonio Román Muñoz, perteneciente a la Fundación Migres -patrocinada por la Junta de Andalucía-, ha asegurado que las especies "siempre se adaptan a los cambios del clima, pero este se encuentra especialmente acelerado por la actividad humana".
El biólogo, que es responsable de las medidas ambientales que se realizan en esta fundación asentada en Tarifa (Cádiz), ha resaltado la capacidad de las especies para adaptarse a las condiciones cambiantes del medio. "Ahora adelantan la llegada y la fecha en la que regresan a Europa".
Antonio Román Muñoz, que es profesor asociado en la Universidad de Málaga, ha explicado que "algunas especies han adelantado la fecha media de partida hacia África entre 10 y 12 días desde el año 1999, lo cual es bastante teniendo en cuenta el corto período de tiempo", mientras que en la primavera "tienden a llegar antes".
El experto ha dicho que "no se conoce cómo las especies son capaces de percibir a miles de kilómetros de distancia que las condiciones son buenas para el cruce del Estrecho de Gibraltar, aunque si las condiciones de viento no son buenas permanecen entre siete y diez días en la zona esperando el cruce".
Antonio Román Muñoz ha detallado que el número de ejemplares de aves planeadoras que participan en las migraciones ha aumentado y por el Estrecho pasan anualmente en estas fechas entre 500.000 y 600.000 ejemplares, principalmente de cigüeña blanca, milano negro y halcón abejero. "Esto pone de manifiesto que las políticas de conservación encaminadas a las aves planeadoras son efectivas".
El experto ha puesto como ejemplo el milano negro, que "ha alcanzado una cifra récord ya que ha pasado de cruzar unos 55.00 ejemplares a finales de los 90 a llegar el año 2010 a los 100.000 ejemplares, lo que se asocia con incrementos en las zonas reproductoras de Europa".
Sobre el cruce del Estrecho ha puntualizado a Efe que "las aves planeadoras hacen vuelo pasivo y se aprovechan de corrientes ascendentes de aire, pero si no pueden cruzar y tienen que esperar requiere llevar a cabo medidas de conservación en la zona para albergar una importante cantidad de aves en unos días del año".
"El hecho de que el cruce del Estrecho -ha añadido- se realice de manera limpia para las aves repercute luego en sitios como Finlandia, Noruega y Alemania, donde posteriormente se reproducen".