Estas entidades indican que el cierre de la planta de Turégano ha motivado que los purines vuelvan a depositarse sobre los campos lo que puede originar contaminación de la tierra y también el riesgo de contaminación de acuíferos, según recoge www.eladelantado.com.
Señalan también, “otra contaminación no menos importante que se produce por este hecho, la contaminación del aire con un olor desagradable que se expande por todo el territorio provincial, que llega a los núcleos urbanos y, por lo tanto, también a los alojamientos rurales y a las empresas de turismo activo… con los efectos negativos que ello produce en los usuarios de estos alojamientos rurales.
Primeras sanciones por verter purines en Toledo
Por otra parte, en Toledo el presidente de la sociedad de ganaderos de Polán, ha denunciado que el Seprona ya ha comenzado a denunciar a los ganaderos por verter los purines en tierras del término municipal, tras el cierre de las plantas de tratamiento de purines de Consuegra y Polán, según recoge www.latribunadetoledo.es.
Barrios y el presidente de la sociedad de ganaderos consaburense, Jesús Fernández, se reunían con agentes del Servicio de Protección a la Naturaleza de la Guardia Civil para informarles de que irremediablemente los vertidos van a continuar, ya que es la única opción con que cuentan los ganaderos. Ya que la otra, que no se contempla dada la gravedad de las sanciones y la imposibilidad de hacerlas frente económicamente, es que las balsas de almacenamiento temporal rebosen y el purín busque el curso de los arroyos, ocasionando un daño medioambiental más que considerable.
"La situación no es complicada, es lo siguiente", apuntó Barrios, que mostró la "indignación y malestar" de los ganaderos, que están viendo como se ha desplomado el sistema de gestión que se supone estaba garantizado por un plazo de diez años más -el acuerdo interministerial entre Agricultura y Fomento garantizaba la viabilidad de las plantas de tratamiento por 15 años y las de Toledo llevan funcionando cinco- sin que se les haya ofrecido un Plan B.
"Estamos aplicando los vertidos no correctamente, en algunos sitios repetidas veces", lo que ha ocasionado varias denuncias de propietarios de terrenos y de vecinos de tierras que ya empiezan a soportar los malos olores, aunque Barrios adelanta que por muchas sanciones que ponga el Seprona, la capacidad económica de los ganaderos para asumirlas va a ser nula.
"Esto no lo preveía nadie, por eso no había previsión al respecto", indicó el presidente de la sociedad de ganaderos, que recordó que al estar avalado el sistema de gestión por el acuerdo entre ministerios, y puesto que ya no eran necesarias tierras donde verter, muchos propietarios dieron un giro en sus explotaciones, que se pasaron a la agricultura ecológica, por lo que no se pueden aplicar purines.
Si se aplica en alguna tierra cercana y termina llegando a la ecológica, los propietarios pierden sus subvenciones, por eso Barrios teme que el problema termine derivando en problemas entre personas que supongan consecuencias que nadie quiere ni siquiera pronunciar. Pero como recuerda este ganaderos, "no podemos bebernos el purín".
(Foto: Víctor Ballesteros www.latribunadetoledo.es)