Por otro lado, el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo también se muestra crítico con la nueva ley de Consumo aunque esgrime argumentos contrarios a ANEV, pues considera que los cigarrillos electrónicos entrañan ciertos riesgos para el corazón y el sistema cardiovascular, aunque no para los pulmones, por el hecho de contener nicotina.
Este colectivo, que se ha referido en un comunicado a los "pasos importantes" que se habían dado con la anterior Ley Antitabaco, cree que ahora la industria está "utilizando los cigarrillos electrónicos como punta de lanza" para rehabilitar socialmente el uso del tabaco.
Asimismo, la Asociación Nacional del Cigarrillo electrónico valora "favorablemente" la nueva ley de Defensa de Consumidores y usuarios, especialmente en lo relativo a las limitaciones en la publicidad en lugares y franjas horarias para menores de edad, quienes también estarán protegidos a la hora de comprar y consumir estos dispositivos.
Esta asociación interpreta la nueva legislación como un "proceso de diálogo constructivo" y una medida que apoya el desarrollo de la industria del cigarrillo electrónico, que según datos de esta asociación facturó en torno a 80 millones de euros en 2013.
El Congreso ya ha aprobado distintas prohibiciones de uso
La Comisión de Sanidad y Servicios Sociales del Congreso ha dado luz verde, con competencia legislativa plena, a la nueva ley de Defensa de Consumidores y Usuarios, que regula el consumo y publicidad de los cigarrillos electrónicos que liberan nicotina "y productos similares".
El proyecto de ley recoge la prohibición del consumo de los dispositivos susceptibles de liberación de nicotina -cigarrillos electrónicos- y "productos similares" en centros de la Administración Pública, centros sanitarios, centros docentes y formativos, salvo en los espacios al aire libre de las universidades.
Tampoco se podrán usar estos dispositivos en los medios de transporte público, ni en los recintos de los parques infantiles y áreas o zonas de juego para los menores.