EFE.- “Tenemos que tener en cuenta que en 2013 no se dio el fenómeno de El Niño, que tiende a calentar más el planeta. Y a pesar de la ausencia de ese fenómeno, tuvimos un aumento de la temperatura global, esto demuestra que el calentamiento global está teniendo lugar”, afirmó en rueda de prensa el secretario general de la OMM, Michel Jarraud.

El Niño, y su fenómeno opuesto, La Niña, son responsables del calentamiento y enfriamiento de extensas zonas del mar, respectivamente, y contribuyen al aumento de las temperaturas del aire.

Jarraud presentó hoy la “Declaración sobre el Estado del Clima de 2013?, elaborada por la OMM y que contiene detalles sobre precipitaciones, inundaciones, sequías, ciclones tropicales, la cobertura de hielo y el nivel del mar a escala regional.

Tanto en 2013 como en 2007, las temperaturas de la superficie del océano y de la tierra fueron superiores en 0,50 grados centígrados respecto a la media de 1961 a 1990, y 0,03 grados centígrados más altas que la media del decenio más reciente (2001-2010).

Vista aérea en la que se aprecia la destrucción del paso del tifón Haiyan en la localidad de Tacloban (Filipinas) en noviembre de 2013.
Vista aérea en la que se aprecia la destrucción del paso del tifón Haiyan en la localidad de Tacloban (Filipinas) en noviembre de 2013. EFE/Nic Bothma

Estos datos dejan sin argumentos a los que todavía rebaten el fenómeno del cambio climático, explicó Jarraud, quien precisó que trece de los catorce años más cálidos de los que se tienen datos se han registrado en el siglo XXI.

Los más calurosos de todos fueron 2005 y 2010, con temperaturas mundiales superiores en 0,55 grados centígrados a la media a largo plazo.

Cada década más calurosa que la anterior

“De hecho, cada década desde hace medio siglo es más caliente que la precedente”, afirmó Jarraud, quien agregó que el calentamiento del aire año a año es menor del que se esperaba, lo que es algo muy positivo, pero el de los océanos está creciendo.

Los océanos constituyen una protección eficaz del sistema climático al absorber y almacenar una gran cantidad del exceso de carbono y de calor de la atmósfera.

El calor y los océanos

Efectos del paso del tifón Haiyan, en Filipinas.
Efectos del paso del tifón Haiyan, en Filipinas. EFE/Nic Bothma

El informe revela que alrededor del 93 por ciento del exceso de calor atrapado en el sistema terrestre entre 1971 y 2010 fue absorbido por los océanos.

Antes del año 2000 la mayor parte del calor estaba atrapado entre los 700 metros de profundidad y la superficie; y desde entonces el calor se ha almacenado entre los 700 metros y los 2000 metros, lo que ya ha causado daños en el coral, el marisco y en otros tipos de vida marina.

“Pero hay otras consecuencias negativas. Por ejemplo, en la zona donde se generó el tifón Haiyan (también conocido como Yolanda), una de las tormentas más intensas que jamás haya tocado tierra, y que devastó partes del centro de Filipinas, el nivel del mar ha subido 35 centímetros en los últimos 50 años, y eso tiene efectos innegables”, declaró Jarraud.

A escala mundial, el nivel del mar ha subido en 19 centímetros desde principios del siglo XX, debido principalmente al aumento de la temperatura y al deshielo de los glaciares.

Australia y Hemisferio Sur

Por otra parte, en 2013 las temperaturas altas más extremas se registraron en Australia, que vivió el año más caluroso del que se tengan datos.

La OMM recordó hoy que, en general, el hemisferio sur padeció una ola de calor muy intensa el año pasado que provocó fenómenos extremos y aparentemente opuestos.

Cabe recordar que, por ejemplo, en 2013 el noreste de Brasil padeció una sequía devastadora, y el altiplano brasileño sufrió el mayor déficit de lluvia desde 1979, mientras que el sudeste del país sufrió intensas lluvias.

Argentina, por su parte, experimentó un periodo extremadamente cálido de octubre a diciembre, incluyendo el diciembre más caluroso desde que se realizan estadísticas, lo que contribuyó a que 2013 fuera el segundo año más caluroso (tras 2012) desde que se tienen datos.

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