La Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (Fademur) ha presentado un proyecto piloto con el que pretende poner en valor las contribuciones sociales y ambientales de las explotaciones y empresas familiares agrarias y reducir así la brecha de desigualdad que existe en el medio rural gracias a un sello diferenciador que recoge su contribución social y ambiental.

Para visibilizar estas contribuciones, la Federación desarrollará una etiqueta visualmente atractiva, sencilla de entender y que ofrecerá datos sobre los beneficios ambientales y sociales del producto en cuestión. Como explica Teresa López, presidenta de Fademur, “el objetivo es que, a través de esta etiqueta, se conozcan de forma efectiva estos beneficios adicionales, para que, a la hora de adquirir un producto, la persona consumidora pueda tomar decisiones teniendo en cuenta unos factores que promuevan un consumo más consciente y responsable”.

APOYAR LAS PRODUCTORAS RURALES CON UN SELLO DIFERENCIADOR

Las pequeñas productoras rurales y sus productos se ven eclipsadas a menudo por las grandes marcas, cuya capacidad para competir en precios y volumen es significativamente mayor. Sin embargo, los productos originarios de emprendedoras pequeñas y empresas familiares agrarias en el medio rural, ofrecen un valor agregado único, no solo en términos de calidad y sabor sino también en contribuciones sociales, ambientales y de fijación de población al territorio.

Teresa López añade que “es necesario que la sociedad entienda que el medio rural es mucho más que producción de alimentos y materias primas; también es el custodio del territorio. Como tal, produce y reproduce territorio y cultura, biodiversidad y servicios de ecosistemas, fijación de población y tejido social. Todo ello aporta numerosos beneficios en términos sociales, económicos y ambientales al conjunto de la sociedad”.

Son varios los factores diferenciadores entre la producción pequeña y la gran industria con actividad en el medio rural. Por un lado, está el aspecto de la fijación de población en el territorio. Las actividades rurales ofrecen oportunidades de empleo y desarrollo personal en áreas que, de otra forma, estarían sujetas a un progresivo abandono y despoblación.

Por otro, estos productos contribuyen al fomento del tejido social. Las actividades desarrolladas en el medio rural suelen estar profundamente arraigadas en la cooperación comunitaria y en la transmisión de conocimientos y tradiciones de generación en generación. Otro de los factores fundamentales es el ambiental y, es que, en la pequeña producción rural se suele practicar una agricultura más sostenible y respetuosa con el medio ambiente, especialmente entre las mujeres, lo que contribuye a la preservación de estos servicios.

Por último, el papel de estas actividades en la conservación de la biodiversidad y en el mantenimiento de paisajes culturales es fundamental. Los sistemas de producción tradicionales a menudo promueven una mayor diversidad biológica tanto en cultivos como en especies silvestres.

UNA HERRAMIENTA MEDIRÁ LOS ELEMENTOS A VALORAR

Por todo ello, Fademur, apoyado por el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, en la búsqueda del reconocimiento de las contribuciones sociales y ambientales de las productoras agrarias familiares, ha desarrollado un sello diferenciador, una herramienta de etiquetado responsable que recoge los ítems necesarios para poder valorar y evaluar sus contribuciones en términos sociales, económicos y ambientales al conjunto de la sociedad.

Dentro de estos elementos medibles se encuentran algunos de carácter social y económico, como el fomento del empleo local, el modelo de economía familiar, la participación femenina y su proporción en la actividad, si se promueve el empleo joven o si la producción crea sinergias con el entorno, entre otros.

Respecto a los elementos de tipo ambiental, se tiene en cuenta cómo afecta la creación del producto a la biodiversidad, si la actividad se desarrolla en algún espacio protegido o si favorece la extensión de ecosistemas, entre otros.

Con los resultados de cada evaluación se emitirá el etiquetado correspondiente a cada productora para que lo incluya en el envasado del producto final, así como en sus webs y redes sociales y de esta forma, favorecer una competencia basada en otros valores agregados significativos.

Tras las primeras encuestas realizadas, el equipo multidisciplinar de Fademur ha analizado un total de 30 emprendimientos a los que se les otorgará esta etiqueta, los datos obtenidos se han analizado mediante una metodología de verificación teniendo en cuenta los tres aspectos del etiquetado.

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