El líder mundial del mercado de la leche, Lactalis, cedió y llegó este martes a un acuerdo con los ganaderos franceses para pagarles una media de 290 euros por la tonelada de leche hasta diciembre, informaron los medios galos., lo que representa 30 céntimos por litro, el doble de su oferta inicial y diez céntimos menos que el mínimo que exigian los ganaderos.
Esta cantidad representa una media de tres céntimos más de lo que la misma Lactalis está abonando en España, donde en los últimos días se le ha acusado desde varias organizaciones agrarias de imponer «contratos abusivos» a los ganaderos gallegos
La noticia en Francia fue celebrada de inmediato por los ganaderos, movilizados desde hace una semana contra Lactalis por considerar sus propuestas insuficientes y también por el Gobierno francés.
satisfacción en los ganaderos galos por los 30 euros más por cada mil litros logrados en la movilización
Al termino de la negociación, celebrada en la prefectura de Laval, al oeste de Francia, el vicepresidente de la Organización de Productores de Normandía Centro, Sébastien Amand, anunció a los medios que se ha conseguido que Lactalis ofrezca 30 euros más de los que paga en la actualidad por cada mil litros de leche.
El pasado viernes, antes de que las precedentes negociaciones se rompiesen, Lactalis proponía pagar a los productores franceses 15 euros más por cada 1.000 litros de leche a partir de septiembre, y subir así hasta 271 euros.
Amand precisó que se trabajará para que este acuerdo «encuentre una continuación favorable» a partir de enero de 2017, y dijo confiar en ello pues el punto de partida es el adecuado, informo la emisora «France Info».
el primer ministro, Manuel Valls, celebró «una salida positiva de la crisis para el sector lechero»
Desde su cuenta en la red social Twitter, el primer ministro, Manuel Valls, celebró «una salida positiva de la crisis para el sector lechero», y dijo estar satisfecho de que «todos los actores se hubiesen movilizado y afrontado sus responsabilidades».
Los ganaderos multiplicaron en la noche del lunes al martes sus manifestaciones de protesta en una quincena de sedes de la multinacional lechera en Francia y en varios supermercados, y durante la negociación, que comenzó a primeras horas de la mañana del martes, seguían activos en una docena de plantas de la empresa repartidas por todo el territorio nacional.
Tras el acuerdo, el ministro de Agricultura Stéphane Le Foll, que criticó el precio que el gigante lechero pagaba a los ganaderos -el más bajo de los industriales en Francia-, pero afirmaba no poder presionarle directamente para cambiar la situación, celebró que «todo hubiese terminado sin violencia».