EFE.- El responsable autonómico hizo esta afirmación al comparecer esta tarde en comisión parlamentaria para responder a una pregunta del popular José Manuel Balseiro.

   Indicó que, pese a que no cabe el triunfalismo ni tiene una varita mágica para prever futuras afectaciones y aunque no se puede evitar el cien por ciento de los arrastres, "no tenemos que hablar de una situación catastrófica ni preocupante ni generalizada".

   Pese a la actitud "despreciativa", dijo, de la oposición al trabajo de arrojar paja sobre las zonas afectadas, apuntó que está basado en años de experiencia y hay equipos que cuentan con reconocimiento científico internacional que opinan que se trata del mejor método para evitar los daños de los rescoldos del fuego.

   De hecho, subrayó, el éxito de esta técnica ha sido importante, puesto que las afecciones, "que, evidentemente, a nivel puntual y local se están produciendo, son menores, creo que no son de gran cuantía ni de gran superficie, pese a la importancia de alguno de estos fuegos".

   Fernández Couto insistió en que se ha trabajado "con rapidez, con gran nivel de integración y coordinación y los resultados se están viendo cuando a pesar de los efectos torrenciales" de las lluvias, sus efectos son "puntuales".

   Destacó que hay cinco equipos de evaluación trabajando en todas las zonas quemadas de más de 50 hectáreas y puntualizó que las actuaciones prioritarias para prevenir las escorrentías han sido en los incendios más importantes de las zonas costeras, entre ellas el del voraz fuego de O Pindo, que arrasó más de dos mil hectáreas.

   Igualmente, subrayó que estos días de lluvia no se pueden acometer los trabajos de lanzamiento de paja desde helicópteros para detener la erosión, que se retomarán cuando el tiempo lo permita.

   En términos similares se expresó Verónica Tellado, directora general de protección de la naturaleza, que compareció para responder a una pregunta del diputado de AGE Antón Sánchez, quien denunció lo que consideró improvisación de la Xunta ante el fuego de O Pindo y apuntó que prácticamente lo único que se ha hecho para evitar que los lodos lleguen a los bancos marisqueros ha sido echar paja desde helicópteros.

   Para Tellado, "no hay en España otra comunidad autónoma" que haya planeado un proyecto similar y que haya puesto en marcha las mejores medidas disponibles.

   La responsable de protección de la naturaleza, además, insistió en que no está en la agenda de la Xunta en esta legislatura la declaración del monte Pindo como parque natural, como demanda la oposición y colectivos ecologistas, puesto que no conllevaría mayor protección ni más medios contra los fuegos forestales.

   Por otra parte, la Cámara rechazó una iniciativa de la nacionalista Tereixa Paz, que apostaba por la elaboración de un informe de la situación actual de los daños causados por la fauna salvaje, con un estudio sobre la distribución de poblaciones y la búsqueda de métodos de control y gestión de las poblaciones.

   La propuesta de Paz, que recibió el apoyo de socialistas y AGE, también abogaba por habilitar de manera urgente un fondo de daños de compensación que cubriese los daños ocasionados por este tipo de fauna, especialmente los jabalíes, y establecer medidas de apoyo a la actividad agraria y de desarrollo rural que ayudasen a ordenarla y moderar el censo de la fauna salvaje.

    El popular Santiago Freire dijo estar de acuerdo con los argumentos de la oposición, aunque matizó que los labradores deben tener una repercusión mínima sobre las consecuencias de los daños, puesto que son los beneficiarios del aprovechamiento de los cultivos y el ganado, ya que hasta ahora asumían prácticamente la totalidad del coste.

   Se pretende, dijo, que los costes sean repartidos con los titulares de los tecores y las compañías de seguros que están asumiendo los daños causados por los jabalíes en vehículos y, tras señalar que la Xunta es consciente del problema, señaló que ha aumentado la presión cinegética, de forma que en los últimos cinco años se han duplicado los animales cazados, que pasaron de 7.452 a 15.215 en la última campaña.

   Además, el diputado argumentó que ya se ha hecho un estudio sobre población de jabalí en la provincia de Lugo y que se puede extender al resto del territorio gallego, mientras también argumentó que la nueva ley de caza establece un fondo de corresponsabilidad por daños de la fauna salvaje.

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