Los trabajos incluidos en este proyecto consistieron, por una parte, en la realización de los servicios técnicos para investigación de la propiedad, levantamientos topográficos y confección de planos parcelarios, clasificación de tierras y acondicionamiento de fincas y, por otra, en el diseño y creación de una red idónea de caminos principales y secundarios que permiten el acceso a las noticias fincas y el tránsito de las máquinas agrícolas.

   En el encuentro, en el que también estuvo presente el jefe territorial del Medio Rural, Antonio Aguión, también se abordó la situación en la que se encuentra otra concentración parcelaria abierta en el municipio, la de Beán-Pereira. Do Campo le explicó a Martínez que el próximo 19 de febrero técnicos del departamento autonómico convocarán en el propio municipio a los 827 propietarios de esta área a una reunión para informarles sobre el proyecto, que está en su fase final, y los pasos a dar para su conclusión.

    En la misma línea, la representante del Gobierno gallego indicó que antes de que acabe este año también se dará por terminada, con la entrega de títulos, la concentración de Leira, de la que se verán beneficiados los 900 dueños de las 7.786 parcelas a concentrar.

    La regularización y ordenamiento del nuevo diseño de las fincas permite conseguir una mejor capacidad de aprovechamiento de la tierra y supone un mecanismo dinamizador para la economía local.

    Según destacaron los representantes de la Xunta, la concentración parcelaria posibilita la mejora y modernización de las técnicas de producción agraria con el empleo de maquinaria agrícola, facilita la prevención de los incendios forestales, aumenta el valor de las tierras en cultivo y pone en uso otras abandonadas. Además de estas ventajas, se eleva la calidad de vida del agricultor, se actualiza la documentación de titularidad de los propietarios de las fincas y se fomenta la recuperación de áreas recreativas en el ayuntamiento.

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