Rosa Quintana indicó en su comparecencia que este plan de valorización se enmarca en la acción general de la Xunta a favor de los sectores primarios de Galicia. En este sentido, destacó que –a pesar de las dificultades– "nuestra Comunidad está resistiendo mejor el embate económico, desde el rigor de las cuentas públicas, y que en particular a agricultura, ganadería, producción forestal y pesca están siendo de nuevo un puntal económico y social, ganando y afianzando un terreno natural en nuestra tierra para los campos marítimo-pesqueros y agropecuarios y forestales".
Ahondando en este argumento, la conselleira destacó que “sin sacar pecho, vemos que hay cifras en estos sectores que marcan una tendencia de resistencia”, y que se ponen de manifiesto en indicadores como la moderada subida de los precios de la leche, el repunte de las ventas de ganado, el incremento del precio de la madera en algunas especies significativas o la sostitilidade de los precios medios de los pescados y mariscos en el cómputo anual.
En esta línea, y atendiendo a la importancia social, económica y ambiental de los sectores primarios, la conselleira fijó como objetivos prioritarios del departamento que dirige, el de aprovechar las potencialidades de la pesca destinando específicamente 24,5 millones de euros a ayudas e inversiones en comercialización de los productos del mar. También recordó el destacado papel del sector marisquero, hacia el que dirigirá más de 3,1 millones de euros para recuperar zonas improdutivas en las que se pueda desarrollar una actividad laboral.
En lo relativo al sector ganadero, Quintana afirmó que continuará en el camino de desarrollar un trabajo conjunto con el sector en pro de seguir incrementando el valor de la leche para garantizar su viabilidad. Para este fin se acercarán más de 52 millones de euros en pagos directos y más de 800.000 euros para mejorar la liquidez de las explotaciones.
Rosa Quintana reafirmó en su comparecencia el compromiso de apoyo de la Xunta con los campos productivos primarios, con el fin de ganar competitividad en los mercados y en la producción, contribuir a la creación de empleo, evitar –en la medida de lo posible– el abandono del medio rural y afianzar la consideración del mar como fuente de ilusión.