"Nosotros tenemos el 21%, más luego los que pagan el recargo de equivalencia, que es un 5,2%. Es exagerado y además en un producto que es perecedero", ha precisado.

    En su opinión, esto ha llevado a que "haya gente que ha tenido que cerrar y otra que lo está aguantando como puede".

    De hecho, su principal deseo es que al sector se le baje el IVA "por lo menos a la mitad" y considera el 11% como el tipo impositivo que "estaría bien" aplicar.

    Ha citado, como otras dificultades para el gremio de los floristas, el intrusismo o la venta ambulante, tras dos años "bastante malos" en los que se ha "tocado fondo".

    Aún así ha avanzado que las ventas se han estabilizado en los últimos meses, por lo que confía en que comiencen a crecer "poco a poco".

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