La vendimia se iniciaba a finales del mes de agosto, recuperando una campaña tradicional en la Denominación de Origen Navarra tras la atípica cosecha del año pasado que llegó con más de 20 días de retraso. Este año, la localidad de Corella marcaba el comienzo con la variedad Moscatel de Grano Menudo en una vendimia escalonada y compleja que se dilató en sus inicios pese a que la viña había brotado en las fechas habituales de su ciclo.

      El verano ha sido irregular y caracterizado por ser muy lluvioso y frío en sus primeros compases. Tras una atípica época estival, la ausencia de precipitaciones en el inicio del otoño y las altas temperaturas han permitido que la uva terminara la maduración en condiciones adecuadas. En el ecuador de la vendimia, las abundantes lluvias generaron inquietud porque complicaron las labores de recogida de uva que finalmente fueron solventadas por la profesionalidad y el buen hacer de los viticultores y técnicos de las bodegas navarras que realizaron una vendimia selectiva. En las últimas semanas, la climatología volvía a acompañar permitiendo que el final de la cosecha haya sido óptimo.

Satisfacción en la D. O. por los resultados

      La Denominación de Origen se muestra muy satisfecha con las previsiones en la elaboración de los nuevos vinos, ya que por ejemplo, este año se ha recogido una mayor cantidad de Garnacha, sobre todo en la Ribera Baja, con la que se producirán los afamados vinos tan demandados por el consumidor en la actualidad.

     Como es habitual en la zona, todavía quedan por recoger algunas parcelas de Moscatel de Grano Menudo destinado a elaborar vinos conocidos como “vendimia
 ardía” ya que la uva se deja pasificar en la viña.

(Foto: www.lezaun.com)

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