La campaña de la vendimia en Castilla-La Mancha, que está a punto de culminar, alcanzará una producción de entre 19,5 y 20 millones de hectólitros de vino y mosto, que representa un 10 por ciento menos que la del año pasado.
Así lo ha avanzado Cooperativas Agroalimentarias en un comunicado tras la reunión de la Sectorial Vitivinícola que se ha celebrado en Mota del Cuervo (Cuenca) y en la que se ha confirmado las previsiones del inicio de la campaña que a nivel nacional se situará entre los 36-36,5 millones de hectólitros.
La disminución de la cosecha ha estado motivada principalmente por las altas temperaturas registradas durante los meses de junio, julio y agosto, así como por la escasez de lluvias de todo el año, tal y como han reconocido durante la reunión el portavoz vitivinícola de Cooperativas Agro-alimentarias CLM, Juan Fuente, y el técnico sectorial de la organización Bienvenido Amorós.
La elaboración será moderada en la práctica totalidad de los ámbitos, regional, nacional y europeo, ya que las existencias al inicio de temporada pueden estar suponiendo un lastre de cara a la campaña de comercialización 2022/2023.
La Sectorial de Vinos de Cooperativas Agro-alimentarias CLM ha incidido en que la clave de esta campaña será la elaboración de vinos de calidad con las uvas de mayor equilibrio entre azúcar y acidez, llevando a mosto tanto las uvas tintas y blancas que no completen su maduración o se desequilibren a su llegada a la bodega.
Por ello, «la elaboración de zumo de uva podría ser clave esta vendimia de Castilla-La Mancha, producto que, por cierto, ha funcionado muy bien durante la pandemia y que, debido a la escasez de fruta en Europa por las heladas primaverales, la uva puede tener una oportunidad única para cubrir este hueco», ha puntualizado su portavoz.
Asimismo, Fuente ha indicado que el mercado «está bastante tranquilo» debido al momento complicado que se vive, aunque ha precisado que se están haciendo algunas operaciones pequeñas en mosto fresco, mientras que las compras a largo plazo continúan en ‘stand by’, a la espera del resultado de las vendimias de los principales países productores europeos.