Se conocieron en primavera durante un viaje de mujeres productoras de Plan Allen Rural para conocer explotaciones agrarias europeas. Ahora, estas dos emprendedoras socias de Fademur Castilla-La Mancha han presentado la sal que aúna sus productos: ajo y trufa.

Se cruzaron el pasado mes de mayo en un viaje por Europa organizado por Fademur (Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales). El objetivo era que las participantes, agricultoras y ganaderas impulsadas por el programa Plan Allen Rural, conocieran explotaciones agrarias con prácticas destacadas e innovadoras. Ellas hicieron eso y mucho más: decidieron sumar sus productos para crear uno nuevo.

Aquellas viajeras inspiradas eran Agustina Ramírez, de Ajos Ramírez en Las Pedroñeras (Cuenca), y Loreto Palafox, de Trufa Zero en Cifuentes (Guadalajara). Hoy son inspiradoras: han lanzado una flor de sal gourmet de ajo y trufa

La flor de sal es aquella que se recoge tras la cristalización del salitre del mar en las salinas marítimas. Unida al ajo morado deshidratado de Las Pedroñeras y la trufa negra deshidratada forma un producto innovador de alto valor gastronómico y organoléptico.

Para diseñar la imagen y el empaquetado de su nuevo producto, Agustina y Loreto han contado con la casa común en la que se encontraron, Fademur . La flor de sal de ajo y trufa se vende en probetas de 10 gr, un formato miniatura muy llamativo con el que pretenden darse a conocer y estar al alcance del gran público. El producto ya se puede adquirir en las tiendas de sus creadoras en Las Pedroñeras y Cifuentes, y próximamente en sus respectivas webs, www.trufazero.com y www.ajospedroneras.es

La presentación de este nuevo alimento gourmet ha tenido lugar en el recinto ferial La Hípica de Cuenca, durante una jornada organizada por FADEMUR Castilla-La Mancha y la Diputación Provincial de Cuenca

EMPRENDIMIENTO, INDEPENDENCIA ECONÓMICA Y VIOLENCIA

Bajo el título «La igualdad de género: Un compromiso en todos los aspectos», el programa del evento de hoy ha abordado la oportunidad que el emprendimiento supone para que las mujeres sorteen la segregación horizontal y vertical del mercado laboral rural.

Para ayudarles en ese camino, también para que sus proyectos sean más sostenibles, Fademur desarrolla Plan Allen Rural con la ayuda de IKEA. Desde esta iniciativa, se apoya a Agustina, a Loreto y a otras casi mil mujeres productoras agroalimentarias de toda España.

Pero el acto en Cuenca ha sobrepasado el tema del emprendimiento rural y ha afrontado también la cuestión de la violencia machista en los pueblos. Desde el programa Cultivando Igualdad con el que Fademur lucha contra esta lacra, la organización ha hecho especial hincapié en la necesidad de extender la autodefensa feminista -en la que la independencia económica juega un papel clave- y de expandir la red de espacios seguros que se adhesionan a la lucha de Fademur contra este problema en los pueblos

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