La ratificación de esta marca de calidad por parte de la Unión Europea cierra el ciclo iniciado con la solicitud planteada en el año 2009 por parte de la Consejería de Medio Rural del Principado. La decisión favorable a este sello se recogió en el Boletín Oficial del Estado (BOE) en febrero de 2010 y recibe ahora el respaldo europeo. No obstante, desde la fecha de publicación en el BOE ya se podía comercializar el queso con una contraetiqueta que lo distingue y acredita su calidad como IGP.
La zona geográfica delimitada para la elaboración y maduración de los quesos amparados por la IGP Queso Los Beyos incluye los municipios asturianos de Amieva y Ponga, así como el de Oseja de Sajambre, ubicado en la comunidad de Castilla y León.
En el documento del reglamento sobre la protección de la IGP se destaca el carácter específico de este queso por su aspecto externo, completamente diferente a todas las variedades queseras elaboradas en el entorno de la zona limitada, característico por sus pequeñas dimensiones (altura de 6 a 9 centímetros y diámetro de 9 a 10 centímetros) y con un peso de 250 a 500 gramos. Su tamaño permite un secado más rápido y su textura y aspecto le confieren especificidad
El prestigio de este queso queda demostrado a lo largo de la historia a través de los diferentes escritos, de la voz popular y de la práctica artesanal que se ha ido transmitiendo de generación en generación y que hoy se mantiene, con las diferencias lógicas propiciadas por los avances tecnológicos y las adaptaciones a los actuales criterios higiénicos y sanitarios.