La inauguración del acto, correrá a cargo de la presidenta de la Unión de Mujeres Agricultoras y Ganaderas, Dª Anna Cuquerella Gallego, así como de la Presidenta de Ismur Castilla y León, Dª Rosa Arranz García y la Presidenta de la recién creada Asociación de Mujeres para la Integración Agrosocial de Castilla la Mancha, AMPLIA, Dª Belén García Vaquero.
Por la tarde, las entidades han organizado una mesa redonda bajo el epígrafe “Ley de Titularidad Compartida de las Explotaciones Agrarias” para analizar desde diferentes territorios y realidades la aplicación real de la Ley, y ya durante la jornada del domingo 25, las participantes asistirán a unas visitas didácticas a proyectos emprendedores de mujeres ubicados en la capital toledana.
La participación de las mujeres rurales, imprescindible para el medio rural
Para la Unión de Mujeres Agricultoras y Ganaderas, estos encuentros de carácter nacional son imprescindibles como herramientas para analizar, debatir y compartir inquietudes del protagonismo y participación de las mujeres del medio rural, ya que en las últimas décadas, el nivel educativo de las mujeres se ha equiparado con el de los hombres, incluso lo ha superado y sin embargo, este avance no se ha trasladado al ámbito productivo: “la participación laboral de las mujeres sigue situándose en los márgenes de la economía”. El rol productivo sigue siendo principalmente masculino y en las mujeres es sinónimo de complemento, de ayuda, un extra al que se puede renunciar siempre que sea necesario para el bienestar y el equilibrio económico y familiar, lo que demuestra que no estamos en una situación igualdad.
.Además, la menor participación laboral de las mujeres rurales está condicionada por las características del mercado de trabajo rural, menos dinámico y diversificado que el urbano, y en el que no abundan las oportunidades laborales, sobre todo aquellas que requieren de una cualificación superior y ofrecen continuidad en el tiempo.
En general, las escasas ofertas laborales existentes están relacionadas o con la demanda de mano de obra de la agricultura temporal o con las necesidades de cuidado originadas por la débil situación demográfica del medio rural, caracterizada por el elevado envejecimiento, la masculinización de la población y el despoblamiento.