Así lo ha afirmado el secretario general autonómico de La Unió de Llaurador i Ramaders, Ramón Mampel, en un encuentro con periodistas en Alicante, al sostener que «se mire por donde se mire, consignar los 400 hectómetros cúbicos como reserva en el trasvase supone que en los años de sequía no llegue ni una sola gota de agua a la provincia».

«Estas decisiones políticas nos condenan a tener una subsistencia dependiente de la meteorología, como en la Edad Media, un riesgo demasiado elevado para los agricultores de quienes», ha alertado, «depende su economía familiar».

Mampel ha lamentado que el referido Memorándum fuera elaborado «sin contar para nada con la opinión de los agricultores» y ha recalcado que su organización está «harta» de que el sector sea repetidamente usado «con fines políticos».

Por ello, siguen insistiendo en que no se ejecute ese umbral mínimo de 400 hectómetros cúbicos para el envío de agua en años de sequía, al mismo tiempo que también abogan por otras medidas complementarias para poder regar.

Entre ellas, que se mejoren los mecanismos para reutilizar el agua ya que, por ejemplo, sólo un 30 por ciento del que se depura en la ciudad de Alicante se vuelve a usar posteriormente, mientras que el 70 restante acaba en el mar.

Mampel ha subrayado que esta circunstancia se produce en una zona, el sur de la Comunitat Valenciana, donde la escasez de agua es «mayúscula».

«Si se reutilizara toda esa agua y la del resto de depuradoras, la necesidad de agua de riego para la provincia sería mucho menor», ha convenido.

También se ha referido a otros asuntos que preocupan a los agricultores, como el coste de los seguros, la caída del presupuesto de la Conselleria de Agricultura en 2014, que ha cifrado en el 13 por ciento, la lacra de los robos en el campo, las importaciones de productos agrarios y las plagas.

×