Los países de la Unión Europea (UE) ha optado por ‘saltarse’ el veto de los Estados en su estrategia de lograr la renovación del glifosto, por lo que volverá a intentar un acuerdo para renovar la licencia de este herbicida que Bruselas propone autorizar por cinco años más sin el apoyo necesario de los Estados, lo que ha obligado a posponer la decisión y elevarla a un nivel más alto. Para ello, la Comisión Europea (CE) someterá la propuesta al llamado comité de apelación el 27 de noviembre, un escalón superior en los procedimientos de decisión al que se recurre cuando no se logra un acuerdo en el comité ordinario.
Tras la falta de acuerdo entre los países en la reunión del 9 de noviembre, en el comité permanente sobre Plantas, Animales, Alimentos y Piensos, presidido por la Comisión Europea y en el que están representados los Estados miembros, la UE está obligada a tomar una decisión contrarreloj, dado que la licencia actual expira el 15 de diciembre.
Para lograr aprobar la propuesta de la CE, que rebajó su texto inicial de 10 a 5 años, hace falta un apoyo por mayoría del 55 % de los países, que representen el 65 % de la población.
En la reunión votaron a favor de la renovación catorce países: España, Dinamarca, la República Checa, Estonia, Irlanda, Letonia, Lituania, Hungría, Holanda, Eslovaquia, Eslovenia, Finlandia, Suecia y el Reino Unido.
En contra se pronunciaron Bélgica, Grecia, Francia, Croacia, Italia, Chipre, Luxemburgo, Malta y Austria, mientras que se abstuvieron Alemania, Bulgaria, Polonia, Portugal y Rumanía.
El glifosato se utiliza en el Roundup, un herbicida muy extendido, de la multinacional Monsanto, y cuenta con una fuerte oposición ciudadana.
El movimiento cívico internacional Avaaz ha recogido más de dos millones de firmas contra su renovación.