El sector de la acuicultura factura anualmente más de 100.000 millones de euros y la previsión de la Oficina Regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) es que la demanda de pescado se incremente en un 65 por ciento en los próximos años.
   La producción acuícola en Europa es todavía incipiente y apenas alcanza 1,2 millones de toneladas.
   El objetivo de la UE, ha señalado Damanaki, es aprovechar el potencial del sector para garantizar el suministro alimenticio al tiempo que se generan nuevos empleos.
   Por ello, el marco financiero plurianual que se está negociando en estos momentos mejorará los fondos destinados a pesca, especialmente al sector de la acuicultura.
   "Los fondos van a estar aquí, enviadnos buenos proyectos", ha señalado la comisaria.
   Los planes de la UE en el sector pasan por diversificar los productos para que la producción acuícola no se concentre "sólo en dos o tres especies", aumentar los espacios destinados a la acuicultura, tanto marina como continental, y facilitar la concesión de licencias para reducir los plazos que actualmente triplican a los de los países asiáticos.
   En la conferencia de prensa ha estado presente el ministro español de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Ángel Arias Cañete, quien ha remarcado la "oportunidad" que supone el desarrollo del sector para los países de la Unión.
   "Hay una oportunidad de crecimiento y una necesidad de crecimiento. Oportunidad porque los mercados aceptan los productos de la acuicultura. En todo el mundo está creciendo y nosotros estamos importante productos de terceros países", ha apuntado Arias Cañete.
   Actualmente, España se encuentra a la cabeza de la producción europea, con más de 200.000 toneladas anuales -alrededor del 20 por ciento del total europeo- en su mayoría -un 90 por ciento- vinculado a la producción de mejillón.
   Arias Cañete ha insistido en que el Gobierno español está intentando estimular el sector simplificando la tramitación administrativa de las concesiones -en estos momentos obtener la declaración de impacto ambiental requiere trámites que pueden superar los 6 años, ha reconocido- y favoreciendo su implantación.
   De hecho, la ley de costas prevé modificaciones que favorecen las instalaciones de acuicultura en el mar al no computar los terrenos para estos usos dentro parte del domino publico marítimo.
   El ministro ha abogado por hacer un "uso inteligente" de la normativa ambiental para sacar el "máximo aprovechamiento de las zonas" garantizando una triple sostenibilidad "ambiental, económica y social".
   "Es absolutamente compatible el uso de una actividad de acuicultura con una zona de aves acuáticos", ha advertido Arias Cañete.

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