La primera ronda de test reveló que aproximadamente el 4, 6% de los productos analizados contenía carne de caballo no declarara en el etiquetado. En el caso de España, las autoridades sanitarias detectaron ADN de equino sin etiquetar en un 4% de las pruebas realizadas, aunque descartaron "problemas de seguridad alimentaria" al no encontrar restos de fármacos veterinarios prohibidos.

    El objetivo ahora es "averiguar si se sigue añadiendo carne de caballo de manera fraudulenta a productos etiquetados como carne de vacuno", explicó la CE en un comunicado.

    En particular, se quiere ver si los alimentos en cuyo envase se dice que la ternera es el principal ingrediente cárnico, por ejemplo la carne picada o los platos preparados, contienen carne de caballo no mencionada en el etiquetado, informaron a Efe fuentes comunitarias.

Habrá 150 muestras en España


    También se quiere comprobar, en el caso de los alimentos no preembalados, si la información relativa a la presencia de carne de caballo está disponible de manera adecuada.

    La CE precisó que a España se le ha recomendado que analice 150 muestras de productos. El calendario preciso para realizar los análisis se dejará en manos de cada Estado miembro.

    En todo caso, los controles se llevarán a cabo en primavera y la CE reunirá y publicará los resultados a finales de julio. Bruselas recordó que, pese a que no ha habido implicaciones de salud pública en relación al escándalo alimentario de la carne de caballo, los consumidores han dejado "muy claro" que desean que los controles sean reforzados.

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